El eclipse solar previsto para este lunes será anecdótico en Canarias, cuando a partir de las 20.17 horas la Luna cubrirá apenas un 2 % del Sol, lo que no debe desalentar a acudir a zonas altas para contemplar un fenómeno atractivo: cómo durante unos diez minutos el disco lunar se encuentra con el solar y lo solapa en una pequeña parte.
El investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Alfred Rosenberg explica en declaraciones a EFE que este evento astronómico se podrá observar cuando el Sol esté muy cerca del horizonte y durará hasta las 20.27 horas, aproximadamente, cuando el astro rey ya haya desaparecido.
Sólo será visible desde las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y resulta indispensable contar con una visión despejada hacia la puesta de Sol, preferiblemente sobre el océano, así como tener en cuenta que se dispondrá de más tiempo de observación cuanto más alto se sitúe el observador.
¿Cómo de impresionante será?
Mientras que Canadá, México y Estados Unidos disfrutarán de un eclipse total, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, así como en Pontevedra y A Coruña, sólo se podrá observar de manera parcial.
Así, Canarias podrá contemplar cómo la Luna solo cubre alrededor de un 2 % de la fracción del Sol en el momento de desaparecer sobre el océano.
Ello lleva al científico a advertir de que el eclipse va a ser en las islas “algo totalmente anecdótico, sin ninguna relevancia científica” y, por lo tanto, no se va a preparar ningún operativo astronómico en los Observatorios de Canarias, salvo una grabación con un astrofotógrafo en el de Izaña (Tenerife).
Y es que, aunque en las islas no se podrá ver la espectacularidad de un eclipse total, siempre resulta un evento atractivo observar “cómo se solapan dos discos tan pequeños vistos desde el horizonte” y añade Rosenberg que quizás en algún lugar de Gran Canaria se pueda ver “un poquito” porque Tenerife “le tapará la visibilidad”.
Habrá que esperar unos años
Se trata de una oportunidad para observar desde los escarpados paisajes de las islas occidentales de Canarias un retazo de un fenómeno que, en toda su dimensión, no será visible en el archipiélago hasta 2243, cuando se producirá un eclipse solar total previsiblemente “bastante espectacular”, pues ocurrirá a media mañana.
No obstante, en el norte de Lanzarote se podrá avistar uno de manera casi total en 2078 durante la puesta de Sol.
Por el contrario, la Península Ibérica podrá disfrutar de eclipses solares totales el 12 de agosto de 2026 y el 2 de agosto de 2027, así como uno solar anular el 26 de enero de 2028.
Los eclipses solares anulares suceden justo cuando coincide que la Luna está en el punto más lejos de su órbita, por lo que impide que pueda cubrir el Sol por completo.
Un eclipse sucede cuando la Luna se alinea justo para interponerse entre el Sol y la Tierra, tapando el disco solar y provocando una oscuridad similar a la nocturna y los solares totales ocurren de manera aproximada cada año y medio e inciden de manera total solo en una estrecha franja sobre la superficie del planeta. Solo en la banda de totalidad el fenómeno resulta sobrecogedor.
Este tipo de eventos también tienen importancia a nivel científico por su gran utilidad para calcular el brillo aparente del cielo o el estudio de la capa más externa de la atmósfera del Sol, denominada corona solar.
Esta región podrá observarse sin la necesidad de instrumentos especiales y se mostrará alrededor del disco como un brillo blanco cuando la Luna bloquee el resplandor solar.
Precauciones: nunca mirar al sol sin protección
El astrónomo Rosenberg precisa que si este lunes hay calima o densidad atmosférica alta se podría ver el fenómeno a simple vista, puesto que ambas circunstancias actúan como “filtro”, pero en todo caso siempre es aconsejable usar protección porque aún con el 90 % de su superficie oculta, el Sol “sigue quemando la vista”.
De hecho, el IAC recuerda que la observación solar siempre debe conllevar unas medidas de seguridad como el uso de gafas adaptadas para evitar la quemadura de la retina y es importante evitar el uso de sistemas ópticos, como prismáticos y telescopios, sin los filtros solares correspondientes.