El primer trueque fue un caballete por dos bolsas repletas de comida, y reconoce que se quedó “eufórica”. Mahy Alonso, una trabajadora social de 27 años, natural de Breña Baja, ha puesto en marcha hace unas semanas una iniciativa solidaria pionera en La Palma. Esta joven ha decidido desprenderse de muchísimos objetos que tiene en su casa, que no utiliza, y cambiarlos por alimentos para personas que no tengan cubiertas sus necesidades básicas. “Esta idea surgió escuchando las noticias, viendo que se ha duplicado la demanda de comida, contemplando la situación que vivimos actualmente…”, ha manifestado a LA PALMA AHORA en compañía de sus dos inseparables perros, Sammar y Sky. “Se me ocurrió la idea de recurrir a Macadamia, una red de intercambio, porque yo no necesito más cosas, y quiero recoger alimentos para la gente que lo está pasando mal”, explica.
La lista de objetos de los que se está desprendiendo Mahy es larga: un caballete –que ya cambió por dos bolsas de comida- ropa, calzado, dvd, una televisión, libros –muchos infantiles porque tiene tres hermanos pequeños- o artículos para el hogar, que “me sobran de tantas mudanzas”.
La primera operación de trueque fue todo un éxito y la motivó a continuar en la tarea de recoger alimentos. “Cambié un caballete por dos bolsas llenas de productos no perecederos y básicos, como leche, garbanzos, pasta, arroz… La verdad es que cuando vi todo aquello me quedé eufórica y me animó a seguir”, reconoce. “La gente me apoya, me desea suerte y me dice que es una buena iniciativa, y eso me llena”.
Mahy propone que “otras personas hagan lo mismo para crear una red solidaria y que cada uno pueda aportar su granito de arena, ayudando así a los necesitados”, subraya. “Yo quiero dar utilidad a muchas cosas que tengo en casa y que no necesito, y que seguro le pueden interesar a otros ”, dice.
De momento, Mahy está haciendo acopio de alimentos no perecederos –mantendrá la campaña hasta mediados de diciembre- pero aún desconoce a qué organización o institución los entregará. “Hablé con Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma y me comentaron que era la primera vez que se daba una donación de un particular; en Breña Baja, en mi municipio, las autoridades también están haciendo gestiones”.
Mahy sabe que en La Palma mucha gente no se atreve, “por vergüenza”, a acudir a los servicios sociales a pedir comida. “Escucho comentarios de que en la Isla no hay necesidad porque todo el mundo cuenta con una huerta, pero el que tiene una hipoteca y una familia, la huerta le puede solucionar muy poco, y otros ni siquiera tienen esa huerta”. “El otro día me contaron el caso de unos padres que no mandaron a sus hijos al colegio porque no tenían con qué desayunar”, afirma.
Los interesados en participar en el intercambio de objetos por comida pueden contactar con Mahy en el teléfono 675 183 858 o en su página de facebook Mahy Onesa. Esta joven, sola, no podrá solucionar las calamidades que están padeciendo miles de personas en estos tiempos difíciles, pero sí crea conciencia solidaria en una sociedad que condena a la marginación a muchos de sus ciudadanos.