El taxónomo y experto del Banco Español de Algas Emilio Soler ha negado con rotundidad que la presencia de microalgas pueda relacionarse con tumores en humanos, una falsa alarma que parte de una interpretación errónea de un informe sobre las cianobacterias, que además no son tóxicas para las personas.
La especie de cianobacterias presente este verano en aguas canarias a causa de la elevada temperatura del mar es la Trichodesmium erythreaum, que “no está incluida entre las especies de cianobacterias y microalgas nocivas para el ser humano” por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco, ha aclarado en declaraciones a Efe Emilio Soler, acreditado como experto por esta organización internacional.
El científico emitió en junio pasado un certificado de análisis sobre muestras de cianobacterias recogidas en Tenerife y El Hierro en el que corroboraba los únicos efectos que se conocen en el hombre por el contacto continuado con las microalgas en altas concentraciones: posibilidad de urticaria y prurito, debido a que irrita las mucosas. En su certificado, Emilio Soler mencionó que, como se conoce y menciona en la literatura científica, cianobacterias de esta especie, cuando están en “altísimas concentraciones”, pueden ser tóxicas para invertebrados marinos y para peces, no así para las personas. También hay estudios científicos de laboratorio que relacionan el contacto prolongado en altas concentraciones de Trichodesmium erythreaum con la generación de tumores primarios de hígado en ratones. Esta mención incluida en el informe de Soler es la que puede haber llevado a interpretaciones erróneas sobre los efectos en humanos, según considera el taxónomo. En su certificado de análisis, lo único que se hace es relacionar la especie de cianobacteria recogida a finales de junio en Tenerife y El Hierro con la información científica disponible sobre la misma, que no es nociva para el hombre más allá de la irritación de las mucosas cuando hay contacto prolongado, insistió Soler.
El taxónomo ha hecho informes de este tipo en anteriores episodios ocurridos en Canarias de presencia de cianobacterias, concretamente en 2004 y 2011, cuando se registraron episodios similares. “Es un fenómeno natural relacionado con el cambio climático y con un año que está siendo anormalmente cálido”, y no tiene nada que ver con vertidos de aguas por la actividad humana, aseguró.