La Palma espera “un cometa memorable” que velará el brillo de la mañana

Alfredo Rafael Rosenberg González/Daniel López (El Cielo de Canarias)

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Si supera la prueba de fuego (nunca mejor dicho) de este viernes, y todo parece indicar que así será, el cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS) pasará a estar en el selecto club de cometas memorables.

Nuestra velocidad de rotación planetaria, unida a la atmósfera y el deslumbrante Sol, dificulta una interpretación sencilla de los eventos más fugaces que a veces ocurren en el Sistema Solar, tal como puede ser la visita de un cometa. Vamos viendo fotograma a fotograma la evolución del Universo más cercano, y sin un registro es difícil interpretar qué está pasando. Si pudiésemos salir del planeta, evitando la atmósfera que no nos permite ver el cielo estrellado durante el día y fijar nuestra atención en el cometa que ahora nos visita (C/2023 A3), podríamos apreciar cómo se está acercando al Sol por detrás, aumentando su velocidad hasta ese punto de distancia mínima al astro rey (denominado perihelio) para dar comienzo a su regreso a los confines del Sistema Solar, en este caso, una visita que nunca volverá a repetirse. 

Este viernes 27 de septiembre de 2024, poco antes de las seis de la tarde (tiempo universal) pasará su gran prueba de fuego. Tratándose de una bola de hielo sucio que se aproxima al Sol a una distancia tan cercana como la órbita de Mercurio, no está claro si conseguirá sobrevivir o si se fragmentará y desaparecerá como tantos otros cometas antes que él. Todo parece indicar que es un cometa resistente y que superará la prueba. Si consigue pasar el punto crítico, es posible que nos deleite como uno de los cometas más vistosos desde hace décadas, pudiendo llegar a ser observado a simple vista en fechas próximas.

Como sucede con muchos eventos astronómicos, nuestra localización en el planeta será muy relevante a la hora de su observación. En el caso de los cometas, dependerá de su órbita. Cuanto más cerca del Sol se encuentra, mayores son sus colas y más brillante su núcleo. Pero, al igual que sucede con Mercurio o Venus, es la proximidad al Sol lo que normalmente nos impide verlos durante mucho tiempo y en condiciones óptimas. Casi siempre estarán bajos, cerca del horizonte, ya sea al amanecer o al atardecer, siendo el brillo de nuestra estrella nuestro principal problema. Cuanto más oscuro esté el cielo y más alto el objeto de interés en el cielo, mejor podremos verlo. La diferencia entre estar más al Sur o al Norte en la Tierra es que podremos verlo más alto en el cielo desde un lugar que desde otro. Pero ¿cómo es esto posible si la posición del cometa y el Sol es exactamente la misma? Puede haber lugares desde los que el cometa se vea aproximadamente en la vertical sobre el Sol, y otros desde los que el cometa este situado a un lado. En el primer caso, aparecerá el cometa y posteriormente el Sol, de forma que al amanecer irá ocultando su brillo. En el segundo caso, Sol y cometa aparecerán simultáneamente sobre el horizonte, resultando imposible su observación.

Para el caso del cometa C/2023 A3, y desde nuestra localización (Instituto de Astrofísica de Canarias), tenemos dos periodos interesantes. El primero es entre el 27 y el 30 de septiembre (día arriba, día abajo) cuando el cometa podría ser visible antes del amanecer. Se encontrará pasando el perihelio y su brillo será máximo por su proximidad al Sol. Luego su órbita retrógrada (inversa al giro de los planteas en torno al Sol) le obligará a pasar por delante del Sol (desde nuestro punto de vista) aproximándose a nosotros. Durante ese periodo resultará imposible observarlo debido al brillo cegador de nuestra estrella. Ya en su camino de vuelta, volverá a ser visible tras la puesta de Sol del día 10 de octubre entre el brillo crepuscular, alcanzando la menor distancia con nosotros el 12 de octubre, dándonos cada día un poco más de tiempo para su disfrute, aunque disminuyendo su brillo paulatinamente. Seguramente sea este el mejor momento para su observación, posiblemente a simple vista los primeros días, o con prismáticos o pequeños telescopios. A medida que se aleje, solo será visible con telescopios mayores hasta volver a enfriarse y perderse en los confines del Sistema Solar para siempre. 

No nos gustaría que su observación llevase a desilusión. A simple vista muy pocos cometas son realmente vistosos. En esta primera oportunidad que tenemos durante el amanecer, apenas podremos ver el núcleo (coma) del cometa, siendo necesario unos prismáticos para vislumbrar algo de su cola. Lo ideal será tomar imágenes con una cámara fotográfica sobre trípode, con tiempos de exposición de unos pocos segundos y una sensibilidad intermedia. Si solo tienes un móvil a mano, ¡no dejes de intentarlo! 

Si te animas con las observaciones de este fin de semana, ten en cuenta que es indispensable tener una visión despejada en dirección Este. El cometa aparecerá apenas un poco más a la derecha que el punto por donde aparecerá el Sol. La hora, poco antes de que el Sol comience a iluminar, alrededor de las 07:00. Es posible que puedas verlo a simple vista (depende también de las condiciones meteorológicas), pero el uso de unos prismáticos o un pequeño telescopio es también recomendable. 

Recuerda que solo será visible durante unos 30 minutos antes de que el brillo de la mañana lo vele. Y no lo busques antes del 26 de septiembre ni después del 1 de octubre, siendo este fin de semana probablemente el mejor momento para su observación. Luego tendremos más, y posibles mejores oportunidades, a partir del 10 de octubre, aunque solo durante unos pocos días. ¡No pierdas esta oportunidad!

Algunos datos sobre C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS):

  • Descubierto a principios del 2023 desde el Observatorio de Montaña Púrpura (China) y por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS).
  • Es un cometa proveniente de la nube de Oort.
  • El viernes 27 de septiembre pasará a tan solo 58 millones de km del Sol (perihelio)
  • El 12 de octubre pasará a unos 70 millones de km de la Tierra (distancia mínima a nuestro planeta).