El presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, en el discurso institucional pronunciado en el el peno solemne de la primera Corporación donde, este viernes, Domiciano (Chano) Yanes ha recibido la Medalla al Mérito Ciudadano de La Palma, ha señalado que “algo que define a la perfección Domiciano Yanes Herrera, Chano, es que ha sido y es un hombre que durante toda su vida ha velado por el bienestar de todos los que en esta isla habitamos; y siendo su labor en muchas ocasiones invisible”. Destacó que “el propósito en la vida de Chano ha sido y es la voluntad de ayudar a los demás; además de contribuir personalmente con su pasión a la salvaguarda de la vida humana, con su ánimo y con su tiempo, sacrificando incluso el dedicado a su familia y a su profesión”.
Pestana dijo que es “un honor para la Corporación insular que presido otorgarla ”una distinción que nos servirá para recordar en su figura que detrás de la mayoría de actividades que realizamos en nuestra Isla existe un gran equipo de voluntarios velando por todos nosotros y en muchas ocasiones dirigido por Chano“.
“Me gustaría poner en valor los méritos sociales logrados por un hombre en este punto remoto del Atlántico, alejado del continente europeo, con dificultades ya no sólo para acceder a cualquier avance tecnológico, sino de los mecanismos más avanzados con los que poder ejercer una actividad que le tuvo que nacer del corazón, pues de ninguna otra manera se explica que alguien consagre su vida y sus medios a ayudar al prójimo”.
“En el siglo que ahora vivimos es muy sencillo acceder a la información y a los avances técnicos que nos permiten con una llamada de teléfono o pulsando unas teclas poner en marcha un despliegue de medios aéreos, terrestres o personales frente a una emergencia. Pero me gustaría que imagináramos La Palma más de medio siglo atrás, en los años cincuenta, sesenta y setenta, con una red de carreteras muy deficitaria, muy pocos vehículos y algunos teléfonos. A gente como Don Dominiciano, como nuestro Chano, le debemos hoy que se subraye la importancia de contar con la seguridad adecuada, de dotar de medios a nuestra sociedad para que sea más segura en todas sus vertientes y para que allí donde suceda algún siniestro alguien cuente siempre con una mano tendida o una voz amiga que lo aliente. Hoy contamos con grados y estudios de máster que enseñan lo que Chano tuvo que aprender dedicando su vida a la seguridad ciudadana”.
Recordó que Dominiciano Yanes Herrera “nace en la Villa de Mazo un 28 de diciembre del año 1943, y la llama de la solidaridad humana está presente en él desde su juventud, dado que nos llegan ecos de sus hechos en pos de la seguridad ciudadana desde la década de los años 50, no habiendo en el ideario colectivo de la sociedad palmera de finales del siglo XX y principios del XXI, desastre natural, accidente, prueba deportiva o fiesta en que no hayamos visto a nuestro homenajeado trabajando a favor de la salvaguarda de quienes allí estuvieran”.
Con respecto a su labor en “la seguridad ciudadana hemos de destacar que ha sido miembro de la Red de Emergencias del Gobierno de España-Protección Civil de Canarias, ha sido nombrado coordinador para la isla de La Palma de Protección Civil de Canarias y es Presidente provincial y delegado en la isla de La Palma de Ayuda Emergencias Anaga. En 1992 Chano consiguió desplegar en la isla la Delegación Insular de AEA, gracias a sus múltiples amistades, a sus contactos y a la experiencia acumulada como voluntario consiguió que los compañeros de la sede de La Orotava le facilitaran los primeros medios para AEA en La Palma: un Seat Panda, dos linternas, cuatro conos y una emisora, que junto a las personas que integraban Alfa Tango en ese momento formaron la Delegación Insular de AEA en nuestra Isla. Mucho antes, con tan solo 18 años, Chano ya participaba como voluntario en la seguridad y las emergencias que proliferaban por la isla gracias a sus conocimientos de radioaficionado y así ha sido hasta la actualidad, destacando por sus actuaciones altruistas y desinteresadas en pruebas deportivas, fiestas de barrio, conatos e incendios urbanos y forestales, riadas y escorrentías, accidentes de tráfico, simulacros, etc. De entre todos estos hechos destaca su participación como voluntario en los accidentes de helicóptero en Cumbre Nueva y en el accidente de avión en el Aeropuerto de Buenavista, participando en la organización de ambos operativos.
De su empeño “en favorecer el voluntariado en nuestra isla y mejorar la asistencia en las emergencias surge la firma de un Convenio con el Cabildo Insular que dio un salto cualitativo y cuantitativo en la Delegación Insular de AEA en La Palma, puesto que pudieron comprar materiales, vehículos y disponer de un seguro que cubriera sus servicios y a los voluntarios. Gracias a las aportaciones de las Administraciones Públicas y al esfuerzo de los voluntarios de AEA se ha generado una mejora continua de la formación de los voluntarios y una mayor satisfacción en las labores que estos desarrollan”.
Por otra parte, “Chano siempre ha dedicado su tiempo a los demás, y no es baladí nombrar la entrega para con sus vecinos como presidente de la Asociación de Vecinos Tuhoco y durante 27 años la del Grupo Folclórico del mismo nombre, sin olvidar el despliegue a nivel mundial que presta como radioaficionado, dado que cuenta con la Licencia A, la de mayor rango que se pueda obtener en España”.
Entre los reconocimientos que se “le han brindado a Chano destaca el realizado por el ministro del Interior del Gobierno de España en 1997 por su participación activa en el Grupo Subacuático en el accidente en la Cueva Bonita, la Medalla al Mérito Ciudadano concedida por el Municipio de Breña Baja en el año 2016, y diversos reconocimientos a título privado como, por ejemplo, el de la Federación de Automovilismo de La Palma”.
Anselmo Pestana dijo que “queda claro que el propósito en la vida de Chano ha sido y es la voluntad de ayudar a los demás; además de contribuir personalmente con su pasión a la salvaguarda de la vida humana, con su ánimo y con su tiempo, sacrificando incluso el dedicado a su familia y a su profesión. Por todo ello, es un honor para esta Corporación insular contribuir a que su innegable labor no se extinga o se diluya en el tiempo, sino que permanezca en nuestra memoria la figura de aquel hombre que se decidió a actuar ante la adversidad ajena poniendo al servicio de la sociedad palmera no sólo su tiempo, sino su propia vida. Y por todo lo expuesto, el Cabildo Insular de La Palma, en su sesión de de 26 de julio de 2016, acordó la entrega de la medalla al mérito ciudadano de nuestra isla, a lo que ahora damos cumplimiento”.