Alrededor de 30 familias del barrio de Las Martelas de Abajo y de la calle Nicolás Brito País, en el municipio de los Llanos de Aridane, han sido autorizadas a volver a sus casas a partir de este jueves tras casi dos meses evacuados al darse por finalizada la amenaza que representaba para ellos una colada de lava.
El Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) levantó anoche la orden de evacuación dictada para esos barrios el pasado 20 de octubre, debido a que la colada noroeste se ha quedado “estancada” en La Laguna y no ha recibido aportes en las últimas semanas. Esta es la primera orden de evacuación que se revoca desde el comienzo de la erupción en la isla.
Durante la mañana del jueves han transitado por los límites de la zona de exclusión los regantes habituales que acceden acompañados de personal de Protección Civil y algunos evacuados que quieren conocer el estado de sus viviendas antes de volver a instalarse en ellas.
Es el caso de Elsa, vecina de Las Martelas de Abajo que, aunque no esconde la ilusión que le provoca volver a su barrio, reconoce que no se ve durmiendo en su casa “ni esta noche, ni mañana, ni dentro de cinco días” debido a los desperfectos y la ceniza acumulada en su vivienda, por lo que regresará por ahora al piso en el que se ha estado hospedando en el municipio de Tazacorte.
“Ahora por lo menos estoy más tranquila sabiendo que mi casa no está en peligro”, cuenta Elsa mientras camina por su barrio buscando a otros vecinos que estén en su misma situación y a los que lleva sin ver desde que fueron evacuados.
La precaución es la tónica general entre los residentes que se acercan a sus casas, que tratan con respeto la cercanía de las coladas y que, aunque ya traen de vuelta sus enseres personales, reconocen que “la tensión estará ahí”. “Nadie quiere ser evacuado dos veces”, comentan a Efe.
Antes de la llegada de los primeros vecinos, equipos de la Guardia Civil se han encargado de realizar las mediciones de gases y comprobar que el aire es seguro. Así se lo han hecho saber a los habitantes de estos barrios, ligeramente preocupados por el olor a “huevos podridos” provocado por el azufre en el ambiente.
El Valle de Aridane vive con cierto optimismo la noticia del levantamiento de zonas de exclusión, unida a las declaraciones de este miércoles del presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, de que hay indicios científicos que indican que la erupción podría terminar antes de que acabe el año.