La Palma “lleva un retraso de 20 o 30 años en los logros alcanzados en salud mental”, ha asegurado este viernes Félix González, psiquiatra del Hospital General, en la presentación del documento 'La salud mental sin rumbo: necesitamos un cambio' elaborado conjuntamente por la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y la Federación de Asociaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Canarias, en el que se recogen las carencias de la asistencia en salud mental en el Archipiélago.
Félix González ha señalado que “en La Palma tenemos unos recursos en salud mental insuficientes si tenemos en cuenta que las recomendaciones para la asistencia psiquiátrica son de 10 psiquiatras por 100.000 habitantes, y en Canarias estamos por los 6,5, rozando esa media en la Isla, pero hay una falta de equidad porque dependiendo de donde vivas te toca más o menos”. “Estamos intentando acercar esos recursos a la Isla”, indicó.
González recordó que “un problema específico que tiene La Palma” es que cuando se suprimieron los hospitales psiquiátricos se crearon unos dispositivos provinciales destinados a aquellos pacientes que precisaban ingresos prolongados. “En los hospitales generales los ingresos son de 30 días y cuando este recurso se agota porque no es suficiente, los enfermos son derivados a otro nivel que está en Tenerife, una medida que va en contra de la filosofía de la psiquiatría porque desarraiga, desconecta y obliga a los familiares a realizar desplazamientos”, afirmó.
Francisco Rodríguez Pulido, presidente de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y profesor titular de Psiquiatría, que presentó el referido documento en la sede del Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de La Palma, señaló por su parte que “lo que más nos llama la atención en La Palma es la carencia de camas de media y larga estancia, así como de recursos destinados a la rehabilitación e integración laboral de personas con trastorno mental grave”.
En opinión de Rodríguez Pulido, en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias hay “una falta total de planificación, más concretamente en el ámbito de la salud mental, y la carencia más grave es la ausencia de un plan de salud en el que se hace la ordenación de los servicios sanitarios que necesita la población en base a la prevalencia de enfermedades, y en el que también se diseña la financiación que hay prevista para atender esas necesidades”. Este profesional sanitario insistió en que “actualmente en Canarias no existe un documento que ordene las necesidades de salud mental ni una ficha financiera para saber los recursos que se van destinar en los próximos años”.
En el documento aludido “se hace un análisis crítico de la realidad mental y de las carencias que tenemos, e intentamos convencer a las autoridades sanitarias de que lo importante no es solo el número de pacientes que se atiendan sino también la calidad de esa asistencia, para la que se necesitan tiempo y profesionales”, comentó Félix González. “La psiquiatría no es solo una técnica, debe estar comprometida con la sociedad, tener alma, porque el individuo no solo enferma y se cura con un medicamento, sino que está afectado por la presión social”, añadió.
La Palma tiene otro problema que “afecta a la psiquiatría de forma indirecta” y que es la ausencia de una unidad de ictus, dijo González. “Es un tema que tiene que ver con la neuropsiquiatría, porque cuando enferma el cerebro enferma la mente, y a veces, al revés”, explicó. “Si una persona sufre un accidente vascular cerebral, cosa muy probable en la Isla por el envejecimiento de la población y el trastorno metabólico (colesterol alto y demás), y en los primeros 90 minutos o dos horas no es atendida, le quedan secuelas, pero si recibe asistencia en este servicio por un neurólogo, las posibilidades de recuperación son muy altas; por el contrario, pasado ese tiempo ya no hay remedio”, expuso. El código ictus, como se le denomina, “está actualmente instaurado en los grandes hospitales de Canarias, pero en La Palma, por una cuestión de poca equidad, no existe”, concluyó.