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Rosa Concepción: ganadera y ‘embajadora’ de la Biosfera

“A la edad de doce años ya me tiré al campo fijo porque mis padres no tenían posibilidades para darme estudios”. La ganadera Rosa Concepción, natural de San Isidro (Breña Alta), una mujer noble, luchadora y comprometida con el entorno en el que vive, ha sido designada Embajadora de Buena Voluntad de la Reserva Mundial de la Biosfera de La Palma en el XIV aniversario de la declaración de la Isla como espacio modélico de la Unesco.

Tiene 64 años y lleva 44 criando ganado. “A mí me gusta la vida en el campo, pero es que antes no había otra cosa; yo, con cinco años, ya empecé a aprender todas las tareas con abuelo”, ha recordado a La Palma Ahora. “A los 20 años me casé y me regalaron una chivita, y ahí ya empecé con una, después con dos, hasta que llegué a 16; desde entonces tengo ganado propio”, dice. En la actualidad, Rosa cuenta con 14 reses de raza palmera y cuatro cabras.

Esta mujer apegada al terruño es también la presidenta del Club de Arrastre La Canga. “Llevo 22 años en el arrastre, y todo lo que sé lo aprendí de mi tío Blas y de mi abuelo; ellos fueron los que me enseñaron”. En este mundo de tradición masculina, Rosa ha percibido algún brote de machismo. “Sé que hay compañeros a los que no les gusta que una mujer le gane, pero yo sigo en la brecha, no hago caso a esas cosas, paso página”, señala con humor.

Haber sido designada Embajadora de Buena Voluntad de la Reserva de la Biosfera de La Palma supone para ella “un gran orgullo y una satisfacción tremenda”. “Quiero dar las gracias a todas las personas que han colaborado para que se me concediera este título”, subraya. Se considera “una defensora de la Isla, de las razas autóctonas, de lo nuestro” y reclama “más ayudas para el agricultor y el ganadero, porque La Palma como está bonita es sembrada y cuidada, no llena de monte y de helecheras”. “Todos tenemos que trabajar para sacar esta tierra adelante, hay que producir más e importar menos”.