El sacerdote Antonio Manuel Pérez Morales ha sido nombrado administrador diocesano de la Iglesia Nivariense y se ocupará de la misma hasta la toma de posesión del nuevo obispo.
Una nota del Obispado indica que este martes realizó la profesión de fe y comenzó a ejercer su nueva encomienda pastoral.
Tras conocerse la aceptación de la renuncia del obispo Bernardo Álvarez por parte del Papa, tal y como prescribe el derecho canónico, el Colegio de Consultores debía convocarse “sin demora”.
Por este motivo, justo un día después del fin del episcopado de Álvarez, este grupo de sacerdotes, tras votación secreta, ha designado a la persona que estará, interinamente, al frente de la Diócesis de Tenerife.
A partir de ahora, Pérez tendrá los deberes y gozará de la potestad del obispo diocesano con algunas excepciones, entre ellas que no podrá innovar o tomar ciertas decisiones como designar párrocos o erigir asociaciones diocesanas.
Antonio Manuel Pérez Morales tiene 58 años y es natural de Santa Cruz de La Palma.
En la actualidad es párroco de Nuestra Señora de los Remedios, en La Laguna, y responsable del departamento de comunicación. Asimismo, ha sido vicario general desde 2005 hasta este pasado lunes 16 de septiembre, al quedar la diócesis en sede vacante.