“La sociedad civil tiene en estos momentos más contenido moral que la clase política”, ha asegurado este jueves en declaraciones a los medios de comunicación la abogada laboralista, jueza y exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, minutos antes de inaugurar en el Teatro Chico de Santa Cruz de La Palma los Cursos de la Universidad de Verano en Otoño de La Palma con la ponencia La ética en la política.
Carmena, que tuvo su primer destino como jueza de Primera Instancia e Instrucción en los juzgados de Santa Cruz de La Palma, recordó este jueves su paso por la Isla “hace ya casi cuarenta años”. “Estoy muy feliz de estar aquí, La Palma fue un descubrimiento, me la recomendó una amiga, Rosario Bethancourt, me enseñó unas fotos y me enamoré de la isla por fotos, ya viviendo en ella me enamoré mucho más”, aseguró.
A finales de los años sesenta, en plena clandestinidad, Carmena puso en marcha el primer despacho de abogados laboralistas de España, ligado al Partido Comunista y a Comisiones Obreras, que en 1977 sufrió el conocido como Atentado de Atocha, en el que murieron cuatro abogados y un sindicalista, y en el que la propia Carmena estuvo a punto también de fallecer. Después del atentado opositó a jueza y con 36 años y su primer destino, en 1981, fue la capital palmera.
“Mi vida es una vida llena de inquietudes, quizá encaminada a una tarea a la que yo recomiendo a todos los jóvenes, que lo consideren por si les interesa, que es intentar cambiar la sociedad, mejorar el mundo; siempre digo que lo mismo que la escultura, la pintura, el cine, la literatura, son artes con las cuales de alguna manera se aporta a la sociedad algo muy particular desde la estética y la creación, también modificando la sociedad, mejorando el mundo que vivimos se hace una especie de escultura social, que puedo asegurar que es apasionante”, afirmó. “Animo a muchos jóvenes a que se lo piensen porque vale mucho la pena”, añadió.
Carmena precisó que “tengo una visión de lo que debía ser la política que no tiene nada que ver con la política profesional, no creo en las carreras políticas, no veo la política como una carrera, sino como una responsabilidad que uno ha dispuesto aceptar en un determinado momento”. “Mi manera de concebir la política no es el poder, sino la responsabilidad social”, insistió.
Preguntada por la sentencia del caso ERE de Andalucía, manifestó que “no la leído todavía, pero me parece que es interesantísimo leerla en profundidad porque evidentemente los magistrados lo han entendido, y yo lo comparto, que, efectivamente, ha habido un fraude, ha habido una mala utilización del dinero público, pero hay que reconocer que ha sido de una manera nueva, porque estábamos acostumbrados más a los cohechos, a las comisiones, a las financiaciones ilegales de los partidos, esto es más una actitud que es general, era un presupuesto aceptado por la propia asamblea”. “Y esto nos obliga a estudiarlo mucho para que nunca más vuelva a pasar, y que analicemos cómo fue posible que hubiera ese fraude tan absolutamente lesivo para lo que debe ser el bien común”, subrayó.
“En este momento la sociedad civil tiene más contenido moral que la clase política; hay un desencuentro muy importante de clase política y sociedad civil, y eso nos debe hacer reflexionar; la sociedad civil está ahora mismo dotada de valores que hay que conservar si queremos cuidar nuestra democracia”, concluyó.