La sorpresa fue mayúscula. José F. Arozena, profesor y aficionado a la fotografía, decidió este domingo visitar, en compañía de su familia y unos amigos, la zona del epicentro de los movimientos sísmicos de Cumbre Vieja. “Estamos en Fátima, porque sabíamos que el volcán entraría en erupción, pero no hoy, sino en los próximos días”, ha explicado a este periódico. “Los temblores no solo los sentíamos, también los oíamos, y de repente oímos unas explosiones y vimos una columna de humo”, dice. “Nuestra reacción fue salir corriendo, nos subimos al coche, pero dimos la vuelta para hacer una foto”.
“He visto un volcán explotar. Una casualidad buscada. Sabíamos que podía explotar y donde. Fuimos y ocurrió. Es algo que no puede describirse con palabras. Primero oyes las explosiones de los temblores. Notas que el suelo se mueve. Luego no oyes nada. Sólo un extraño silencio. Y de repente el suelo se abre y ves una columna de humo. Luego ruido, un ruido diferente, que nunca antes has oído. Y luego fuego, roca ardiendo. Jamás podré olvidar este día”, afirma.