El Instituto Vocanológico de Canarias (Involcan) recuerda en sus redes sociales que “hace un año finalizaba, después de 85 días de devastación, la erupción de Tajogaite”. El principal indicador de su finalización, añade, fue “la repentina disminución de la amplitud del tremor volcánico, la vibración del suelo asociada a la actividad explosiva estromboliana”.
Indica que “generalmente las erupciones de baja explosividad, disminuyen paulatinamente su intensidad hasta finalizar, debido al vaciamiento progresivo del reservorio magmático”.
Sin embargo, añade, “la erupción de Tajogaite ha sido sorprendente bajo diferentes puntos de vista. Entre ellos destaca que su finalización fue precedida por algunas horas de actividad explosiva muy intensa, asociada a un pico del tremor volcánico. Después que la columna eruptiva superara los 7 km de altura a las 21:30 horas, de repente la actividad explosiva, así como la amplitud del tremor volcánico, disminuyeron en pocas decenas de minutos hasta desaparecer”.
Esta erupción todavía “conlleva muchas incógnitas científicas y, entre ellas, el por qué la erupción finalizó de esta forma”.