El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) subraya que la zona de exclusión en torno al perímetro del volcán en Cumbre Vieja y de las coladas “no es un capricho”, y advierte del riesgo de adentrarse en el mismo por la exposición a gases nocivos.
En un vídeo grabado el 23 de noviembre en la zona de Llano del Jable por Manuel Nogales, con textos de Joaquín Quirós, el CSIC trata de explicar la peligrosidad de no respetar las normas y de justificar que solo se pueda entrar en la zona de exclusión con una “autorización explícita previa”.
En las imágenes se ve un detector portátil de gases -ácido clorhídrico (HCL), ácido sufhídrico (H2S), dióxido de azufre (SO2) y monóxido de carbono (CO)- emitiendo señales visuales y acústicas de advertencia por altos valores.
Cada uno de estos gases tiene un valor de referencia, un valor límite ambiental de exposición diaria de hasta ocho horas y un valor límite ambiental de exposición corta de 15 minutos.
En el momento de la grabación del vídeo, el valor de ácido clorhídrico supera el valor límite diario pero no el de exposición corta.
Los científicos del CSIC recalcan que “es preocupante en un nivel medio y no se podría estar sin protección con máscara de filtros para gases más de cinco horas en condiciones ideales, es decir, sin exposición adicional”.
En cuanto al valor de dióxido de azufre, señalan que se ha superado incluso el límite de exposición corta, una situación que “no se podría mantener más de diez minutos en condiciones ideales”.
Abundan desde el CSIC en que “la situación del vídeo es preocupante y requiere inexorablemente el uso de máscaras de gases”, y añaden: “esto justifica que la entrada a la zona de exclusión sea solo con autorización previa explícita”.
Para poder estar dentro de la zona de exclusión hay que disponer de un equipo de detección de gases adecuado y máscaras de gases que filtren también las moléculas de SO2, H2S y HCL.
“¿Y qué pasa con el CO? No hay filtros”, subrayan los científicos del CSIC, por lo que “las únicas opciones posibles” son usar un equipo de respiración autónoma, esto es, botellas de aire comprimido como las que usan bomberos o buceadores, o bien “darse la vuelta y evacuar de inmediato y sin demora”.
Y es que el CO es inoloro e “intoxica letalmente. Es lo que se conoce como muerte dulce”.