Se rozó la tragedia en Timibúcar. “Mi marido me dijo que pensaba que se iba a quedar allí, sin poder salir, con las dos niñas de cuatro y de 15 años”, ha confesado a LA PALMA AHORA Alicia Hernández, una vecina de la cuarta planta del edificio de Los Portuarios de Santa Cruz de La Palma, que en la tarde de este martes sufrió un aparatoso incendio provocado, según los primeros indicios, por una colilla. “Yo trabajo en el Aeropuerto, y como no tenía cobertura de móvil, mi marido, a través de un amigo, me avisó de que no me preocupara porque ya habían sido evacuados y mis hijas estaban bien, pero empecé a ponerme nerviosa por todo lo que comentaba la gente y tuve que venir”, ha agregado.
(En la imagen, estado en que quedó el piso en el que se originó el incendio).
La mañana de este miércoles ha despertado triste y lluviosa en el edificio de Los Portuarios. Los vecinos que tuvieron que ser ayer desalojados por el voraz incendio, han podido regresar a sus viviendas pasadas las 10.00 horas, cuando la Policía Científica concluyó las tareas de investigación para conocer las causas del siniestro. El panorama es desolador. El interior del piso donde se originaron las llamas ha quedado reducido a cenizas y las puertas de los demás inmuebles están totalmente chamuscadas. “Menos mal que acabábamos de cambiar todo el cableado de la escalera, porque si no explotamos aquí dentro”, asegura Leonor Castilla, presidenta de la comunidad de propietarios y vecina de la tercera planta. “Me estaba duchando y me dijo mi marido que había fuego; corriendo, me puse la misma ropa y cuando bajé ya estaba todo ardiendo”, explica. “Los bomberos no llegaron muy pronto y tampoco traían agua porque dice que el camión venía de la ITV”, relata. “Anoche tuvimos que quedarnos fuera de casa, pero tengo que decir que el atendimiento del alcalde, Sergio Matos, ha sido ejemplar; esta mañana también ha venido a visitarnos”, afirma Dolores.
Sirley Hernández tiene recuerdos confusos y no sabe quién colocó las primeras escaleras en la parte trasera del edificio para iniciar la evacuación. “Todos estábamos muy nerviosos, y a la azotea no se podía subir porque había mucho humo; a mi novio y a mí nos sacó la Policía Nacional, pero antes creo que unos vecinos ya habían puesto unas escaleras metálicas; después llegaron los bomberos”, señala.
La hija de 15 años de Alicia Hernández “se puso muy nerviosa porque tenía miedo de salir por la escalera; un vecino corpulento la bajó sin arnés y sin nada”, cuenta su madre. “Los bomberos deberían haber llegado antes, porque aunque no tuvieran agua, tendrían que haber intentarlo apagar las llamas con extintores, y evacuar cuantos antes a las personas”, se queja.