Un equipo del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha logrado acceder este miércoles, sobre las 13.00 horas, a la boca eruptiva del volcán de La Palma que registró una mayor actividad efusiva desde que el pasado 19 de septiembre se diera inicio a la erupción más larga y destructiva desde que se tienen registros en la isla bonita.
Las imágenes que han logrado captar los técnicos en esta nueva aventura, en la que siguen midiendo gases, se antojan excepcionales: nadie se podía imaginar algo así en los últimos 88 días, cuando el volcán no ha parado de emitir piroclastos, lava y gases nocivos para la salud. “Primeras imágenes del interior del cráter más activo donde hay desgasificaciones”, compartieron en sus redes sociales.
Esta travesía ha sido posible, por tanto, gracias a que el volcán lleva ya 48 horas sin presentar signos vitales. Desde las 21.00 horas del pasado lunes hasta ahora no ha registrado tremor volcánico y, según el propio Involcan, la emisión de dióxido de azufre (SO2), otro de los signos de actividad eruptiva, se ha desplomado a menos de cinco toneladas diarias, cantidad “extremadamente baja”, cuando durante semanas ha estado por encima de varios miles de toneladas por jornada, el niveles altos o muy altos.
Y aunque todo parece indicar que la erupción se encuentra en el principio del fin, la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha advertido de que se debe esperar un plazo de 10 días para confirmar la finalización de este proceso volcánico.
En la rueda de prensa diaria del Pevolca en la que ha estado acompañada por el director, Miguel Ángel Morcuende, Blanco ha comentado que “no es descartable” un repunte de la actividad volcánica y ha señalado que para dar por concluida la erupción los indicadores deben seguir así hasta el 23 o 24 de diciembre.
“Hay posibilidad de reactivación, si no diríamos que habría concluido, la erupción esté en una fase muy baja y si se mantiene diez días podríamos decir que se ha terminado”, ha comentado.