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UN PERFECTO CABALLERO

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El joven de melena rubia y porte alto y elegante, idealista y con ganas de ser el héroe en la “gloriosa cruzada” llega a Barcelona, tras haber estado en varias batallas y haber visto a muchos compañeros morir, a una Barcelona, su Barcelona, en donde no hay pájaros, ni perros, ni alegrías, y en donde una niña que pide an se mete en la boca una estampita tras mirarla por ambos lados para ver qué es aquello...

Unos pocos años después, con su hijo ya andando -salió para la guerra poco después de que naciera éste- Mauricio es el dueño de una fábrica textil pujante, que pronto recibirá pingües beneficios. Sus trabajadores, en cambio, trabajan horas interminables por un salario mínimo. Una de ellos es Amparo, de la que nadie sabe nada, más que la viene siempre a buscar un perro. A Mauricio le fascina la chica, sumamente atractiva, aunque ella haga de todo para no hacerse notar o despertar el interés de nadie, cosa extraordinaria para el señor dueño de la fábrica, acostumbrado a que todas se muestren interesadas en él.

“Un perfecto caballero” nos lleva de lleno a una nación devastada por la guerra, donde nadie habla, ni se quiere acordar de qué ocurrió. Centrada en Barcelona, aunque también se nombra a Sitges y a alguna otra localidad catalana, la autora nos presenta un mosaico desigual, donde los vencedores y los vencidos están juntos, pero no conviven, ni ven la vida del mismo modo.

Para los lectores mayores, que tienen una conexión más directa o personal para con la guerra civil española, o para los apologistas de Franco, esta novela puede llegar a levantar ampollas e, incluso, herir sentimientos. Puede ser que lo que cuente la novela sea ficción, pero, también, podría estar basado en hechos reales, dado que los comportamientos descritos son propios de la condición humana. Es más, los personajes que aparecen, Samaranch, Alberto Closas, y el propio padre de la autora, son personas de la burguesía adinerada que se entremezclan con otros, ficticios, sin que sepamos si lo son, o no.

Para los lectores más jóvenes, que en los planes de estudio simplemente han tocado -y sin entrar en detalles- la guerra civil y la posguerra, “Un perfecto caballero” es la excusa para indagar más en este episodio histórico nacional. Nombres como La Modelo, “escuela libre”, La Carola, o eventos como despedir a los que se habían unido a La División Azul deberían estar dentro del repertorio de conceptos a saber.

Lo que queda bien claro es que casi tres cuartos de siglo después de su final, la Guerra Civil española y la posguerra sigue siendo un tema controvertido y del que poco o nada se habla.

Agradezco a los responsables de prensa de Ediciones Planeta las facilidades dadas para escribir esta reseña.

© Elena Santana Guevara, Helsinki, 2020

â„– de páginas: 368

Encuadernación: Tapa blanda

Temática: Novela contemporánea | General Novela

Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos

Editorial: PLANETA

ISBN: 9788408215615

El joven de melena rubia y porte alto y elegante, idealista y con ganas de ser el héroe en la “gloriosa cruzada” llega a Barcelona, tras haber estado en varias batallas y haber visto a muchos compañeros morir, a una Barcelona, su Barcelona, en donde no hay pájaros, ni perros, ni alegrías, y en donde una niña que pide an se mete en la boca una estampita tras mirarla por ambos lados para ver qué es aquello...

Unos pocos años después, con su hijo ya andando -salió para la guerra poco después de que naciera éste- Mauricio es el dueño de una fábrica textil pujante, que pronto recibirá pingües beneficios. Sus trabajadores, en cambio, trabajan horas interminables por un salario mínimo. Una de ellos es Amparo, de la que nadie sabe nada, más que la viene siempre a buscar un perro. A Mauricio le fascina la chica, sumamente atractiva, aunque ella haga de todo para no hacerse notar o despertar el interés de nadie, cosa extraordinaria para el señor dueño de la fábrica, acostumbrado a que todas se muestren interesadas en él.