Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.
STAR TREK: LA AVENTURA CONTINÚA Y LAS PELÍCULAS.
De entre todos, me quedaré con dos que guardan una estrecha relación con la serie clásica de televisión, la cual cumplió, hace poco más de un mes, cincuenta años, y en las películas que se estrenaron entre 1979 y 1994, las cuales fueron protagonizadas -sobre todo las seis primeras- por la tripulación original de la nave estelar NCC-1701 Enterprise.
Star Trek. La aventura continúa, publicado el año 2008 y escrito por Miguel Abadía, Teresa Banús, María Jesús Banús, Sebastián Font y María Teresa Villar es, sin lugar a dudas, una de las mejores propuestas teóricas escritas sobre el universo que rodea a la serie Star Trek, tanto en lengua castellana como en lengua inglesa. En sus páginas se realiza un detallado y exhaustivo recorrido por la génesis, el desarrollo y todos los capítulos de la serie original y, luego, tras la cancelación de ésta, se cuentan cómo fueron los “años perdidos”, aquéllos en donde la serie se volvió a reponer y se estrenó la serie de animación. Además, tras la cancelación de lo que iba a ser una nueva serie televisiva, Star Trek: Phase II, se decidió que la serie creada por Gene Roddenberry fue la primera de diez películas, Star Trek: The motion picture. A su estela llegarían nuevas propuestas televisivas y toda una legión de seguidores que ya habían empezado a tomar posiciones en el firmamento galáctico, por mucho que pueda sorprender a los amantes de las trilogías galácticas de la factoría de George Lucas.
Lo mejor de todo es que las opiniones de cada uno de sus autores no están trufadas de prejuicios innecesarios, sino más bien todo lo contrario. La intención de los autores al escribir el libro no disimula el enorme cariño y la querencia que profesan para con la creación de Roddenberry, y esto se nota desde las primeras páginas. Después cada cual es libre de tomar sus propias decisiones, pero la obligación de un escritor teórico no es la de condicionar al lector, sino la de exponer unos hechos y luego sacar unas conclusiones, las cuales no tienen, ni deben, estar dictadas por el inmovilismo y la estrechez de miras. Además, el libro está escrito tanto para quienes conocemos la serie como para aquellos que se acercan a ella por vez primera, y en eso esta publicación le gana la partida a quienes solamente plantean este tipo de propuestas para los seguidores acérrimos de un determinado tema, dejando a un lado a todos aquellos que sienten curiosidad, pero que no gozan de los mismos conocimientos que los fans de toda la vida.
Junto a este libro de creación propia, la editorial española propuso, un año después, Star Trek: Las Películas, traducción del libro escrito por William Shatner y Chris Kreski en el año 1994 (Star Trek Movie Memories. The inside story of the classic movies)
El libro de William Shatner -autor conocido en el mundo de la ciencia ficción por ser el rostro del capitán James T. Kirk, resolutivo capitán de la ya anteriormente mencionada nave Enterprise- recorre, sin obviar adjetivos ni recuerdos que terminan por dejar en no muy buen lugar a los implicados en ellas, incluyendo al propio Shatner, el rodaje de las siete películas cinematográficas en las que intervino, entre 1979 y 1994.
Shatner realiza, mejor dicho, disecciona lo que fueron aquellos años en donde una nueva serie de televisión Star Trek: Phase II se convirtió en una película de gran presupuesto a la que nadie sabía cómo escribirle un final y, a ratos, ni siquiera, dirigir. El actor canadiense desgrana las inconsistencias entre las pretensiones de un gran estudio, sus ejecutivos, Gene Roddenberry y el plantel de actores que se movía entre bambalinas sin que nadie supiera muy bien qué hacer.
Luego, cuando la primera película se estrenó, el caos inicial se fue transformando, paulatinamente, en una maquinaria bien engrasada, que contó con el actor y con el resto del reparto original como principales engranajes.
Narrado con buen sentido del humor, un refinado gusto por los detalles y las personales apreciaciones de quien sabe que su impronta, y su trabajo, es conocida en casi cualquier parte del globo, la lectura de este libro sirve para que nos demos cuenta de cuán distinto es el mundo del espectáculo por dentro, si se lo compara con las alfombras, las luces y las sonrientes caras de los actores durante la noche del estreno.
En sus páginas, la querencia para con la creación de Gene Roddenberry queda bien patente y en esto el libro de William Shatner y Chris Kreshi, con quien el actor también ha escrito sus memorias, se emparenta con el anteriormente citado. William Shatner sabe que su legado como actor siempre estará ligado y/o asociado con la figura del capitán de una nave de exploración interplanetaria y, lejos de renegar de ella, disfruta con el hecho de haber sido una pieza fundamental en la construcción de toda la mitología resultante tras el estreno de la primera serie de televisión.
Ambos casos son el mejor complemento para conocer y o refrescar conocimientos sobre Star Trek. Lo único que se recomienda es tener la serie original y las primeras siete películas para poder ir contrastando lo que en las páginas de los dos libros se dice, mientras se está viendo tal o cual capítulo, o tal o cual película.
El resto, es cuestión de cada uno tras escuchar las siguientes frases:
Space: the final frontier. These are the voyages of the starship Enterprise. Its five-year mission: to explore strange new worlds, to seek out new life and new civilizations, to boldly go where no man has gone before.
© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016
© Alberto Santos Editor, 2016
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De entre todos, me quedaré con dos que guardan una estrecha relación con la serie clásica de televisión, la cual cumplió, hace poco más de un mes, cincuenta años, y en las películas que se estrenaron entre 1979 y 1994, las cuales fueron protagonizadas -sobre todo las seis primeras- por la tripulación original de la nave estelar NCC-1701 Enterprise.