Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.
VIVIR SIN JEFES EN LA ERA MILENIAL
No podría haber estado más equivocada y confieso que es de las más agradables sorpresas, en cuanto a lectura, que he disfrutado en los últimos meses. Con su estilo directo, informal y hasta cómplice para con el lector, Pau Ninja nos adentra no solo en su mundo repleto de tecnología, sino que nos abre la puerta a su corazón y su modo de ver la vida, además de compartir con nosotros sus miedos, sus ansiedades, sus éxitos y sus alegrías.
Una vez se pasa el umbral a la vida del torpemente llamado “rey de los milenials” -más que nada, porque leído lo que he leído, dudo que este sobrenombre sea del agrado de una persona que pretende fluir y disfrutar del océano de la vida, no despuntar en lo alto de las olas- el lector vislumbra a una persona de carne y hueso, trabajadora como el que más, con ganas de crear, sentir y vivir todas las experiencias posibles.
Ya lo dijo Mark Twain: “The dictionary is the only place where success comes before work” y Pau Ninja nos lo reitera no solo con sus escritos, sino con sus actos. De esta forma el velo de magnificencia, ése del sobrenombre, se levanta y da paso a la figura de un chico que bien podría ser tu vecino.
Un chico normal, de los que te encuentras nada más salir a la calle, pero con un tesón, una paciencia y un positivismo que ya quisieran para si muchos y muchas. Es muy fácil decir “quiero hacer tal o cual cosa”. O “quiero ser esto o lo otro”. Es más, en una generación donde abundan los “ni-ni” (ni estudio, ni trabajo) resulta no solo refrescante, sino hasta un bofetón para despertar el que alguien de esa misma edad diga que las cosas no van a venirte “rodadas” por la cara, o que “hay que buscarse los garbanzos” donde mejor le traten a uno, independientemente del país que sea. Por no hablar de soñar con los ojos abiertos, sin tener claro, ni ganas de recorrer el camino que conlleva llegar a realizar ese sueño...
Ese camino, para el autor, era generar riqueza, que tan solo consiguió después de crear y escribir blogs, abrir negocios online, escribir libros, ver sus cuentas en números rojos y tener ataques de ansiedad. Él sabía que la ruta era complicada, llena de obstáculos -y no solo tecnológicos- pero se armó de paciencia, cubrió su corazón y pensamientos con una armadura y dejó caer todo el peso muerto al suelo.
La historia de Pau Ninja bien podría ser la tuya, o la de tu mejor amigo, siempre y cuando, como todo en esta vida, estés dispuesto a ello, sin miramientos de ningún tipo.
Una obra a descubrir que te hace pensar, reflexionar acerca de tu propio proyecto de vida, sea el que sea, y descubrir o redescubrir esos objetivos personales que te hacen vibrar. Además, Pau Ninja añade pequeñas gotas de sabiduría para aplicar y no perder la perspectiva de lo importante que es disfrutar plenamente de tu vida. Exacto, la que hayas escogido, o quieras escoger.
© Elena Santana Guevara, Helsinki, 2019
Autor: Pau Ninja
Editorial: Planeta
Encuadernación: Rustica
Número de páginas: 224
ISBN: 978-84-08-21558-5
No podría haber estado más equivocada y confieso que es de las más agradables sorpresas, en cuanto a lectura, que he disfrutado en los últimos meses. Con su estilo directo, informal y hasta cómplice para con el lector, Pau Ninja nos adentra no solo en su mundo repleto de tecnología, sino que nos abre la puerta a su corazón y su modo de ver la vida, además de compartir con nosotros sus miedos, sus ansiedades, sus éxitos y sus alegrías.
Una vez se pasa el umbral a la vida del torpemente llamado “rey de los milenials” -más que nada, porque leído lo que he leído, dudo que este sobrenombre sea del agrado de una persona que pretende fluir y disfrutar del océano de la vida, no despuntar en lo alto de las olas- el lector vislumbra a una persona de carne y hueso, trabajadora como el que más, con ganas de crear, sentir y vivir todas las experiencias posibles.