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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Carla Fibla: “Europa utiliza a Marruecos de gendarme, y las autoridades marroquíes contienen a los migrantes con represión”

Al pequeño Elvis, nacido en una aldea de República Democrática del Congo, le salvaron sus ganas de estudiar. Su madre murió en el parto y cuatro años después también falleció su padre. Entonces, con solo cinco años, emprendió un viaje hacia Marruecos, donde logró estudiar Derecho en la Universidad. La historia del joven congoleño que la periodista Carla Fibla publicó en la revista Mundo Negro bajo el título En África antes que en Europa la ha hecho ganadora del II Premio Saliou Traoré de Periodismo, instituido por la Agencia Efe y Casa África. “Muchas de las personas de las que han llegado estos meses a las costas canarias han pasado también por una situación de desesperación muy dura. Vienen porque en sus lugares de origen no tienen futuro. Incluso algunos se sienten muertos en vida allí”, recuerda la galardonada en una entrevista concedida a Canarias Ahora. Fibla visitó Canarias el pasado mes de octubre para formar parte del festival Periplo y ha vuelto este jueves para recibir el premio Saliou Traoré.

Pero no todos los movimientos de personas tienen como destino los países europeos. La comunicadora valenciana, que ha sido corresponsal de la Cadena SER y de La Vanguardia, ha viajado durante más de una década por el continente africano y por el mundo árabe. En su recorrido ha conocido a decenas de personas que, como Elvis, no buscan su futuro en Occidente, sino en los distintos estados de África. Saber escuchar, hacerse preguntas y apuntar a todos los ángulos posibles son las claves que han acompañado a la periodista durante toda su trayectoria profesional. Ahora reside en Madrid, pero ha pasado nueve años en Marruecos. “Para mí es una riqueza absoluta”, asegura.

Su experiencia le ha hecho darse cuenta de que informar sobre la inmigración clandestina no solo pone en riesgo a quien comunica, sino también a las personas que acceden a hablar. “Una vez hice una entrevista en la frontera entre Argelia y Marruecos. Al terminar, la policía se llevó a los entrevistados para expulsarlos. Ellos eran libres para hablar conmigo, pero fue una situación horrible”. A lo largo del camino se ha cruzado con cientos de historias y situaciones. Entre ellas recuerda la muerte de un bebé subsahariano en Rabat como consecuencia de una negligencia médica: “Todo se generó por una situación de racismo muy fuerte. Vi perfectamente la indefensión de la madre y fue durísimo”.

¿Poner el foco en los desplazamientos internos en África puede ayudar a comprender el fenómeno en Canarias?

Los movimientos de personas dentro del continente africano siempre han sido y siguen siendo mayores de los que salen hacia Europa. Lo que pasa es que nosotros siempre ponemos el foco en lo que llega por cómo llega. Lo que se vive en Canarias desde hace meses no tiene por qué tener una relación tan directa con los flujos migratorios interesantes. Es más interesante saber qué está pasando en los países de origen de las personas que llegan.

¿Qué supone para Elvis haber emprendido un viaje de este tipo? ¿A qué riesgos se enfrentó?

Fui a Marruecos para hacer un reportaje intentando ver si los subsaharianos preferían quedarse en el continente africano para seguir sus estudios superiores. En el marco de la inmigración irregular, te encuentras a mucha gente que se marcha de su país porque quiere estudiar y ser alguien. Quieren ayudar en su comunidad. Intenté encontrar a una persona que hubiera entrado en Marruecos de forma irregular. Di con este chico y es una historia muy extrema, pero es real. Su historia parte de un nacimiento muy duro. Cuando nace, su madre muere. Cuando Elvis cumplió cuatro años, su padre también murió. A partir de ahí empezó a tomar decisiones muy fuertes. Salió de su aldea con cinco años y con un objetivo muy claro en la cabeza: estudiar. Esto es lo que le va salvando de muchísimas situaciones hasta conseguir estudiar Derecho en una universidad marroquí. Ahora ha logrado regularizar su situación gracias a su empeño y capacidad de aguante.

¿Qué diferencias existen entre los trayectos de los hombres y las mujeres migrantes?

La feminización de la migración es algo que lleva mucho tiempo produciéndose. Las causas pueden sesr varias. En el caso de las mujeres, el problema añadido es el tráfico de mujeres. Las redes que hay de tráfico de personas que luego se vinculan con la prostitución. Muchas veces viven circunstancias muy complicadas durante el trayecto, ya que quedan sometidas a determinadas situaciones durante el trayecto para sentirse a salvo. La situación de una mujer y de un hombre cuando hacen una travesía es completamente diferente. Considero que es mucho más peligrosa para las mujeres. 

¿Cuál es la situación de las personas que esperan en Marruecos para embarcarse hacia Europa?

He vivido casi nueve años en Marruecos, y he visto que muchas personas que entran en el país desde otros puntos de África para dirigirse hacia Europa se quedan estancadas. Marruecos hizo un primer proceso de regularización hace unos años. Empiezan a trabajar y hacen su vida, e incluso se crean asociaciones de personas migrantes subsaharianas con las que se ayudaban entre ellos. Esto supuso un apoyo importante. La actitud de Marruecos es, por el momento, más de contención represiva que de acogida. Marruecos actúa como gendarme de Europa, que es para lo que Europa lo ha utilizado.

¿Es Canarias también un lugar de bloqueo respecto al resto de España?

Lo que falla en España es la coordinación y la comunicación entre las comunidades autónomas y la responsabilidad con Canarias. El hecho de que los migrantes lleguen aquí no significa que el Gobierno central se tenga que despreocupar. Me parece una barbaridad que haya personas que lleven meses aquí, incluso los diez días. Si somos un país civilizado y democrático, no deberíamos permitir que ninguna persona esté en estas circunstancias ni 24 horas. Eso tiene que asumirse de forma central por parte de la administración. Debería haber un apoyo claro. No podemos comparar Marruecos con Canarias, porque Canarias es España y esa dejadez tan fuerte de Marruecos aquí no puede llegar a pasar. La solución a este bloqueo tan fuerte está en el Gobierno central.

España ha apostado por las expulsiones. ¿Qué porcentaje de personas deportadas vuelven a intentar llegar?

Sí. Lo vuelven a intentar. Depende de cómo haya sido su travesía, de lo que hayan sufrido. La travesía hacia Canarias es durísima, y muchas personas que se embarcan en las pateras no saben ni nadar. Quienes han visto claramente que están muy cerca de morir no lo hacen de nuevo. Una persona que ha visto tan cerca la muerte es posible que no se lo vuelva a plantear, y decida asumir lo que tiene en su país y quedarse allí. Cuando son más jóvenes y hay una desesperación muy fuerte, hay mucha gente que lo vuelve a intentar. Creo que la repatriación no es una solución.

¿Qué papel están jugando los gobiernos africanos en esta crisis migratoria?

Cuando llegan aquí , los migrantes son supervivientes y tienen claro que pueden contribuir en sus países de origen. No dejan nunca de pensar en regresar y muchos intentan hacer cosas para su comunidad o su lugar de origen. Los gobiernos africanos en general desaprovechan el potencial que tienen los jóvenes. No les dan mucha oportunidad. Hay muchos países africanos con regímenes corruptos y aprovechan las ayudas que llegan de la UE para su propio beneficio. Estos no son estados democráticos, ni lugares donde se hagan políticas que puedan ayudar a estos jóvenes. Cada vez hay más movimientos sociales que exigen un cambio en ese sentido. 

Su último libro se titula Mi hogar es cualquier parte. ¿Qué supone para una persona no tener un hogar fijo?

Es una cuestión humana sentir la necesidad de crear un espacio donde sentirse seguro. La gente que se plantea emprender el viaje lo hace porque no lo tiene donde ha nacido. En el libro intento demostrar que las migraciones son algo positivo. Por ello, hablo sobre las redes que contribuyen a que esas personas cuando lleguen aquí tengan un lugar seguro y digno donde desarrollar su vida.