“Nos estamos juntando un grupito bueno para echar una mano a la gente de Arguineguín. Seguramente tiraremos el sábado para abajo y la armaremos allí”. Un audio que circula en WhatsApp desde el pasado domingo puso a las autoridades en guardia. Un grupo de vecinos de Gran Canaria se organizaba para desplazarse este fin de semana al sur de la isla para “limpiarla de inmigrantes”. En algunos de estos mensajes, a los que tuvo acceso Canarias Ahora, se escuchaba cómo algunos hombres aseguraban estar “armados hasta los dientes”. “Los moros van a morir, te lo digo así de claro”. Cruz Roja, la ONG que gestiona los recursos de acogida de migrantes, ha pedido a los hombres y mujeres que permanecen en los hoteles que extremen la precaución y tengan prudencia en las salidas de este fin de semana. “No les hemos dicho que no salgan, pero les hemos explicado la situación, recomendándoles que tengan prudencia”, explican fuentes de la entidad.
Este jueves, la Policía Nacional detuvo en Gran Canaria a uno de los hombres que difundió un vídeo con amenazas explícitas contra los migrantes.Fuentes policiales aseguraron que están siguiendo el rastro de los audios, vídeos y mensajes que se han difundido para identificar posibles delitos de odio, amenazas o coacciones.
Estas persecuciones xenófobas se han gestado en los últimos meses, cuando se ha agravado la crispación entre los vecinos del sur de la isla ante el aumento de altercados protagonizados por migrantes. Fuentes de la Guardia Civil reconocieron que no hay un rastreo cronológico de intervenciones relacionadas con migrantes, pero sí han detectado un aumento de sus actuaciones en incidentes protagonizados por este colectivo. Sin embargo, en ocasiones reciben llamadas de vecinos que resultan ser falsas alarmas. “La sensibilidad de los residentes es cada vez mayor y eso hace que estén más alerta”, apuntaron estas fuentes.
El juez de control del CIE de Barranco Seco, Arcadio Díaz Tejera, y el sociólogo Teodoro Bondyale atribuyen estos conflictos a la mala gestión de la acogida en Canarias, que camina “de espaldas a la inclusión”. Para Bondyale también ha sido un error concentrar a todos los migrantes en las zonas turísticas de Gran Canaria. Una decisión utilizada por algunos grupos políticos para culpabilizad a los extranjeros de la caída turística que sufre la comunidad autónoma a causa de la pandemia. “Cada inmigrante es un mundo, pero a todos los tienen haciendo nada, cortando su proyecto migratorio”.
No es la primera vez que Cruz Roja se ve obligada a prevenir a los migrantes ante actitudes xenófobas y violentas. En diciembre, la ONG recomendó un encierro de 48 horas a los cerca de 6.000 migrantes acogidos en Gran Canaria a petición de las fuerzas de seguridad, ante el “riesgo de ataques”. Horas antes, una treintena de vecinos se concentró entre gritos de “¡Fuera moros! ¡Van a pagar, cabrones!”.
El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, anunció esta semana el refuerzo de la seguridad en Mogán y San Bartolomé de Tirajana con 40 agentes más para aumentar la “sensación de seguridad”. Si bien, aseguró que esta percepción no se sostiene con datos objetivos.