Entre un fuerte oleaje y en una zódiac que se desinfla, la travesía de 450 kilómetros hacia Canarias que dejó tres muertos

Un grupo de personas a bordo de una zodiac en el mar, en una imagen de archivo.

Efe

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Tres personas murieron a bordo de la neumática rescatada este jueves por un buque mercante británico al sur de Gran Canaria cuando estaba a punto de hundirse, la última de ellas, una niña, tras haberse aventurado desde Dajla y con mala mar a una travesía hacia Canarias de unos 450 kilómetros.

Los 55 supervivientes del bote han contado esta madrugada a su llegada al puerto de Las Palmas de Gran Canaria a bordo del buque Hartland Point que habían partido tres días antes desde esa ciudad del sur del Sáhara con 58 personas a bordo en total, entre ellas doce menores.

Según han relatado a EFE fuentes de los servicios de emergencia, en esos tres días en el océano, murieron un hombre, una mujer y una niña de 14 años, hermana de una de las supervivientes.

Su cuerpo fue, precisamente, el que los marineros del Hartland Point tuvieron que dejar a la deriva sobre los restos de la neumática porque el mal tiempo les impedía izarlo a bordo. Las otras dos víctimas fallecieron antes del rescate y acabaron en el mar.

La lancha inflable fue avistada por ese buque británico de transporte de vehículos, que se dirigía a Southampton, a 185 kilómetros al sur de Gran Canaria sobre las 11.40 horas del jueves, momento en el que avisó a las autoridades españolas de su situación.

El buque recibió de Salvamento Marítimo la instrucción habitual: permanecer al lado de los migrantes a la espera de que llegara el barco de rescate -en este caso, la Salvamar Macondo-, sin intervenir, salvo que fuera estrictamente necesario, ya que un mercante como ese, de 196 metros, puede mandar a pique a una zódiac al mínimo golpe.

Sin embargo, según han detallado a EFE fuentes de Salvamento, el capitán del Hartland Point comunicó poco después que la meteorología había empeorado mucho, que la neumática hacía aguas y que estaba en “riesgo inminente” de hundirse o volcar, por lo que procedió a rescatar a sus ocupantes. La Salvamar Macondo navegaba a su encuentro desde hacía tiempo, pero necesitaba unas cuatro horas para llegar.

En ese momento había vientos de 46 kilómetros por hora, según comunicó el barco por radio. Los partes del jueves de la Agencia Estatal de Meteorología también hablan para las aguas al sur de Gran Canaria de vientos de fuerza 6 (39-49 km/h) y fuerte marejada.

EFE ha tenido acceso a una foto de la neumática tomada cuando todavía estaba en el océano. Aunque borrosa, la imagen permite observar que sus ocupantes están apelotonados, casi sin espacio, y que los que van en los laterales están sentados a caballo sobre los flotadores de la barca, con una pierna por fuera.

Los marineros del buque británico consiguieron subir a cubierta a todos, menos al único cadáver que quedaba a bordo de la zódiac cuando los socorrieron, el de la niña.

Entre los supervivientes de esa travesía hay tres mujeres embarazadas, un niño de nueve años, una niña de la misma edad y nueve menores más. Proceden de Senegal, Costa de Marfil, Guinea, Guinea Bisáu, Mali y Sierra Leona, entre otros países, de acuerdo con los datos que ellos mismos han ofrecido a las asistencias sanitarias.

Cuando todavía estaban a bordo del carguero, una mujer necesitó que la evacuaran en helicóptero al Hospital Insular de Gran Canaria, porque presentaba una hipotermia importante. Su evolución es buena y en breve recibirá el alta, han precisado fuentes del centro médico.

Nueve personas más precisaron que los derivaran a centros hospitalarios tras desembarcar en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria pasadas las 2.00 de la madrugada, casi todas por hipotermia o por aplicación de los protocolos de atención a embarazadas y menores, aunque ninguna en situación grave.

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