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Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

Ruta canaria

El Hierro, la pequeña isla canaria en la que miles de migrantes evitan la muerte

Dos jóvenes saharauis abrieron la ruta canaria en 1994. Han pasado casi 30 años desde que su patera alcanzó Fuerteventura. Las llegadas no han cesado desde entonces. Tampoco las muertes. En los últimos meses, Canarias vuelve a atravesar un período intenso de llegadas. Lanzarote y El Hierro, una a cada extremo del Archipiélago, se han convertido en las islas que reciben más migrantes. En solo tres días, más de 1.200 personas han logrado alcanzar El Hierro en varios cayucos. Entre ellos, uno que atravesó el Atlántico con 280 supervivientes a bordo. El más numeroso que ha llegado nunca a las Islas. 

En las últimas 72 horas, los equipos de Salvamento Marítimo han trabajado sin descanso. Este mismo miércoles, la Salvamar Adhara salió del puerto herreño de La Restinga al rescate de una embarcación con 43 hombres. En el camino, fue avistado otro cayuco a tres millas de la isla. Localizar las barcazas en este punto de Europa es clave. En la mayoría de los casos y salvo un golpe de suerte, después de El Hierro, para quienes emprenden esta peligrosa travesía solo queda la muerte. 

En 2021, fue hallado en el Caribe un cayuco con 14 cadáveres a bordo. Había salido de Mauritania y su destino era Canarias. Ese mismo año, el Ejército del Aire rescató a tres supervivientes de un cayuco a la deriva a 490 kilómetros al suroeste de El Hierro. Viajaban con 24 muertos a bordo. 

En esta isla, y como sucede en otros puntos del Archipiélago, los recursos para la atención a migrantes son inestables y están al límite. Después de la asistencia a pie de puerto, los supervivientes pasan sus primeras horas en un polideportivo con plazas insuficientes donde el calor y el frío golpean con fuerza. Por su parte, las derivaciones a los campamentos de acogida instalados en las islas capitalinas, Tenerife y Gran Canaria, son ágiles, y se realizan en dos o tres días. 

Las condiciones en las que los menores no acompañados son acogidos en esta isla tampoco son “las mejores”, tal y como confirmó el propio presidente del Cabildo, Alpidio Armas. El Hierro no cuenta “con espacios suficientes y habilitados para tal fin”, señaló. Desde agosto, ha recibido cerca de 500 menores solos. Fuentes de la corporación detallaron a Canarias Ahora que los menores están repartidos entre un albergue de Valverde, uno de Frontera y otro recurso instalado en un pabellón deportivo del mismo municipio. 

El vicepresidente del Gobierno de Canarias, Manuel Domínguez (PP), se ha desplazado a El Hierro esta mañana, donde ha propuesto que la isla tenga un cupo máximo de 40 jóvenes. En total, el Archipiélago tutoriza a 3.000 niños y adolescentes no acompañados. Muchos de ellos, según fuentes del Ejecutivo autonómico, aún esperan por las pruebas de determinación de la edad.  

El Cabildo de El Hierro también ha pedido este jueves a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, que se traslade a la isla para celebrar una cumbre y tomar medidas para atender las llegadas. La institución advierte que los medios materiales y humanos con los que cuenta la isla para la atención sanitaria, humanitaria e  identificación “resultan del todo insuficientes”.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha pedido solidaridad al resto de países de la Unión Europea para que Canarias, Baleares y el sur de España no “hagan frente y asuman” el fenómeno “sin solidaridad”. 

Llegadas a Lanzarote

Senegal es el punto de partida de los cayucos que están recibiendo El Hierro y Tenerife. Con las elecciones presidenciales de 2024 a la vuelta de la esquina, el país atraviesa una importante crisis política y social desde el año 2021. La detención del líder opositor empujó a los senegaleses a las calles. Según los datos oficiales, al menos una veintena de personas han muerto en las manifestaciones desde entonces. La desesperanza ha empujado a otros muchos al mar. 

El impacto del cambio climático en los países de origen así como las calmas del océano también explican el repunte de llegadas que vive Canarias. La larga ruta que conecta Senegal, Gambia y Mauritania con la isla de El Hierro está activa, pero también la que une Marruecos y el Sáhara con Lanzarote. 

Esta isla es en la actualidad la que más migrantes recibe. Aunque las travesías suelen ser más cortas, son también letales, ya que se realizan en lanchas neumáticas y pateras. La última tragedia registrada tuvo lugar este lunes, cuando siete personas desaparecieron en el mar al hundirse su zodiac. Entre ellas había un niño de cuatro años.

Improvisación

Aunque el goteo de llegadas no ha cesado, la improvisación sigue siendo la respuesta en los días donde las pateras se suceden. El Ministerio del Interior instaló en Arrecife un CATE (Centro de Atención Temporal de Extranjeros), donde los supervivientes pueden pasar un máximo de 72 horas para ser identificados. Este centro, cuestionado por diferentes organismos y autoridades, solo tiene capacidad para 200 personas. 

La falta de espacio suficiente obligó el pasado 2 de octubre a instalar un campamento improvisado en el puerto en el que casi un centenar de personas pasaron la noche. Ocho pateras fueron rescatadas ese día con más de 300 personas a bordo. Estuvieron al raso sobre colchonetas y bajo carpas. Además, entre quienes pernoctaron en el muelle había al menos dos mujeres, un niño y un bebé, tal y como adelantó el periódico local La Voz de Lanzarote.

Esta estampa no es nueva. Durante la crisis de acogida de 2020, la falta de recursos estables y de centros dignos llevó a las administraciones a habilitar naves industriales y carpas como espacios de primera atención.

A diferencia de entonces, las Islas ya no son cárceles de migrantes. La ausencia de restricciones por la pandemia de COVID-19 ha favorecido que las derivaciones a la Península sean rápidas, evitando el colapso de los campamentos de acogida. Hace tres años los supervivientes pasaban meses e incluso un año en centros precarios esperando viajar a la Península. En la actualidad, pasan una media de 45 días desde su llegada hasta la derivación a otras comunidades autónomas, tal y como ha informado Cruz Roja a este periódico. 

En el caso de los menores no acompañados, la situación es diferente. El reparto solidario entre comunidades autónomas sigue siendo una tarea pendiente.

Así, las administraciones siguen ignorando las advertencias de diferentes órganos e instituciones. Entre ellas, la Fiscalía General del Estado. En su Memoria de 2022, exigió recursos estables para que los migrantes puedan ser atendidos de forma digna tras su llegada a Canarias.

''Los años de llegadas constantes y tras dos importantes crisis migratorias (2006 y 2020), así como las previsiones que a futuro se establecen [...] aconsejan que el primer acogimiento de migrantes sea realizado en establecimientos pensados para sus necesidades y no en lugares preparados de acuerdo a las necesidades existentes en cada momento y por tanto sujetos a la improvisación'', señala el documento.