A las once de la mañana, una lancha neumática tocó tierra firme en la playa de La Garita, en Arrieta. La zodiac, en la que viajaban hacinadas 64 personas, alcanzó esta localidad pesquera del norte de Lanzarote por sus propios medios. Bajo la mirada atenta de los bañistas, los supervivientes, entre los que había una mujer embarazada y un niño, fueron asistidos por la Cruz Roja. Hasta la zona se desplazó también la Guardia Civil, que esta semana trabaja en Canarias acompañada de la Gendarmería de Marruecos. Se trata de patrullas mixtas que se alternan a ambos lados del Atlántico ''como refuerzo'' en las fronteras, según la Delegación del Gobierno. La neumática es una de las trece embarcaciones que han alcanzado el Archipiélago en las últimas horas.
La mayor parte de las lanchas y pateras han alcanzado Lanzarote, a la que han llegado 451 migrantes. La primera de las embarcaciones fue localizada durante la noche de este martes, cuando Salvamento Marítimo trasladó hasta el muelle de la capital a los 40 ocupantes de una patera detectada a 16 kilómetros al norte. A partir de ese momento se sucedieron los rescates por parte de los buques de Salvamento también en Fuerteventura, hacia donde fueron transportadas otros 59 migrantes.
Los grandes cayucos también han protagonizado esta jornada de rescates. En El Hierro, la Salvamar Adhara rescató a 13 kilómetros de La Restinga a una embarcación con 74 migrantes a bordo, entre los que había cinco menores de edad. Durante la mañana, la Guardamar Calíope alcanzó hasta el muelle del sur de El Hierro otra barcaza con 57 personas.
En las últimas horas han arribado dos embarcaciones más. Uno de los cayucos avistados por Salvamento Marítimo se encontraba a 5 millas de Arguineguín, en Gran Canaria, con unas 76 personas a bordo. La otra embarcación ha sido localizada a unas 12 millas al sur de La Restinga, en El Hierro, donde aproximadamente viajaban unas 70 personas, a las que la Salvamar Adhara ha acompañado hasta el puerto herreño.
El protocolo para acoger menores, en los Tribunales
La llegada de cerca de 641 migrantes al Archipiélago se produce en plena batalla judicial por la atención del Gobierno de Canarias a los menores extranjeros no acompañados. Este miércoles, la Fiscalía Superior de Canarias ha recurrido el protocolo impuesto por el Ejecutivo autonómico que dificulta la acogida de los niños que llegan solos a las islas. El documento, al que ha tenido acceso esta redacción, exige como medida cautelarísima la suspensión de esta medida, por vulnerar el derecho fundamental al principio de igualdad recogido en la Constitución y en la Convención de los Derechos del Niño, así como el derecho fundamental a la integridad moral.
El Ministerio Fiscal ha presentado el recurso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. En él, subraya que la ejecución de este protocolo ''supone la ausencia de atención inmediata a la situación de desamparo'' en la que los menores llegan a las costas de Canarias.
Mientras tanto, el Gobierno de Canarias mantiene su pulso con el Estado y con la Fiscalía y ha dado ya directrices a la Policía Canaria para que comience a aplicar el protocolo, publicado el pasado jueves 12 de septiembre en el Boletín Oficial de Canarias. En la orden, la Consejería de Justicia establece una serie de trámites policiales previos que ralentizan la entrada de los menores al sistema de protección.
Para aceptar la acogida de un menor extranjero, la comunidad autónoma exige primero que la Policía identifique al niño mediante una fotografía, la recopilación de datos sobre su origen y la toma de huellas dactilares. El menor también tendrá que ser inscrito en el Registro de Menores Extranjeros No Acompañados (RMENA) y debe contar con una resolución administrativa del Estado para su asignación o ubicación individualizada.
Concluidos estos trámites, la Policía debe comunicar a la administración autonómica, responsable de la acogida de los niños que llegan solos a las costas de Canarias, ''la existencia de un menor migrante no acompañado en condiciones de ser entregado''. Es entonces cuando el Gobierno regional verificará la disponibilidad de plazas ''en las condiciones de garantías legalmente exigidas'' para que el joven sea atendido.
Las directrices enviadas a la Policía Canaria recogen también que en el momento de la recepción del menor, los funcionarios deberán aportar documentación individualizada de cada niño que garantice su correcta identidad y las circunstancias en las que fue hallado. El objetivo es ''valorar su situación de riesgo o desamparo''. En este punto se ha mostrado ya clara la Fiscalía Superior de Canarias, que en respuesta a este protocolo subrayó que ''los menores extranjeros no acompañados están siempre en desamparo. No hay situación más clara de un menor en desamparo que la de nos menores extranjeros no acompañados“.