Un menor llegado en patera a Gran Canaria ha pasado ocho días en el campamento policial de Barranco Seco. El joven pasó más de una semana sin asearse ante la falta de agua corriente y electricidad, con racionamiento de agua y comida y con una manta fina para abrigarse pese al temporal que ha golpeado a España en los últimos días. Así lo ha explicado el pediatra que le atendió, Abián Montesdeoca. La Dirección General de Protección a la Infancia y a la Familia ha informado este lunes a Canarias Ahora que el menor ya ha sido trasladado a uno de los recursos habilitados para la acogida por el Gobierno de Canarias.
El migrante tenía su pasaporte, documento que acreditaba su minoría de edad, tal y como han confirmado el sanitario y fuentes de la Consejería de Derechos Sociales. Estas mismas fuentes atribuyen a una confusión policial la permanencia del menor en un centro preparado para adultos.
Un episodio similar tuvo lugar el 2 de noviembre de 2020 en el campamento de Arguineguín. Un menor fue localizado entre las miles de personas hacinadas en las carpas instaladas en el muelle del sur de Gran Canaria. Estuvo allí “perdido” nueve días después de haber visto morir a dieciséis personas en su patera, algunas de ellas familiares.
La Policía había enviado un oficio al equipo de pediatras del Servicio Canario de Salud que atiende a los menores que llegan por vía marítima a Canarias. En el documento había un listado de niños y niñas que habían llegado a la isla y que habían sido derivados a centros habilitados por el Gobierno de Canarias. Pero Hamza (nombre ficticio) no estaba en ninguna parte. “Llegué a pensar que quizás tenía redes familiares aquí y que a lo mejor se había escapado del muelle”, contó el sanitario Abián Montesdeoca. Luego fue localizado al borde del shock, en un rincón sobre el asfalto.
En ese momento, fuentes del Ejecutivo regional, que tiene las competencias sobre los menores extranjeros no acompañados que llegan a Canarias, explicaron que la estancia prolongada del menor en el campamento se produjo por la saturación, el elevado número de expedientes y la escasez de personal.
Los mismos errores de Arguineguín
Pese a que el Ministerio del Interior presentó el CATE de Barranco Seco como solución a Arguineguín, este campamento situado en Las Palmas de Gran Canaria ha repetido algunos de sus errores. El CATE ha llegado a alojar a cerca de 200 personas que ya habían superado el plazo máximo de tres días bajo custodia policial marcado por la ley.
El pasado 15 de enero, cerca de 250 migrantes permanecían en el campamento, según los datos de Interior. Sin embargo, en las últimas 72 horas solo habían llegado a Gran Canaria 18 personas en patera. La cartera de Fernando Grande-Marlaska reconoció que se excedieron las 72 horas de reseña policial. Según el Ministerio, en todos los casos eran personas que estaban en cuarentena preventiva por haber tenido contacto estrecho con casos positivos. “El Ministerio del Interior y la Policía Nacional están realizando el esfuerzo necesario para que estas personas puedan pasar la cuarentena sanitaria en las mejores condiciones, mientras la autoridad competente en este ámbito pueda hacerse cargo de ellos”, aseguraron las mismas fuentes.
Fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, responsable de albergar a los migrantes tras la reseña policial, señalaron que, aunque tienen PCR negativa, los contactos estrechos no pueden acceder a sus centros de acogida. Su protocolo establece que deben “cumplir la cuarentena en el lugar establecido por la autoridad competente”, en este caso es la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.