El día amanecía en La Restinga, El Hierro, con una mezcla de sonidos que hacían imposible no recordar en cada momento lo que allí sucede; una radial está destruyendo los cayucos que se van amontonando al fondo del muelle, y los sonidos de los helicópteros y los aviones de salvamento ya son una constante porque a la búsqueda de las 54 personas desaparecidas en el océano desde hace más de cuatro días se ha sumado este martes el difícil rescate de una embarcación precaria que estuvo durante toda la noche a la deriva sin que los equipos de salvamento pudieran precisar sus coordenadas exactas para acercarse a ellos y socorrerles. El aviso lo dio el propio cayuco y fue captado por una antena del municipio de El Pinar, lo que alertó al CECOES que puso en marcha un operativo de búsqueda que estuvo trabajando incansablemente durante toda la noche.
Después de que resultara infructuosa una primera búsqueda, que se dilató hasta el amanecer por la Salvamar Menkalinan y el Helimer 201, este martes se activó a primera hora un nuevo dispositivo conformado por la Guardamar Caliope, la patrullera Río Ara, de la Guardia Civil, y la lancha de salvamento Hades, de Cruz Roja. Por aire se ha sumado un helicóptero del Grupo de Emergencias y Salvamento del Gobierno canario y el avión de Sasemar 103.
A primeras horas de la mañana la comunicación era complicada, pero cuando dieron con la embarcación, constataron que se trataba de unas 63 personas, entre las que se encontraban algunos niños, sin precisarse en principio cuántos, y que tras una noche entera a la deriva más la travesía en Atlántico abierto en este tipo embarcaciones, hizo temer a los sanitarios del operativo de rescate en un primer momento que pudieran encontrarse en mal estado de salud. Y es que el viento tampoco se lo puso fácil a la Guardamar Caliope, ni tampoco la marejada, lo que hizo que las intenciones que se barajaron en un primer momento de atracar en La Restinga, fueran sustituidas sobre las 16.00 horas por hacerlo en el Puerto de La Estaca.
Ya en tierra firme fue cuando el dispositivo sanitario del SUC, Atención Primaria y Cruz Roja pudieron hacer las primeras valoraciones del estado de los migrantes, con especial atención a los dos pequeños que venían a bordo. Todos mostraron un aparente buen estado de salud.
Entierros en La Frontera
Seis de las nueve víctimas del naufragio han sido enterradas este martes en el municipio de La Frontera, entre ellas, un niño, que pudo ser identificado en la sepultura con su nombre porque viajaba con alguna documentación. También pudo ser identificado otro de los difuntos, ya que realizó la travesía con su hermano, que pudo reconocerle y llegar para decir su nombre. Los demás, quedarán grabados en piedra como códigos que se le otorgan por el número asignado al llegar en grupo; 29, 30, 34 y 35, seguidos de 190, que es el número del cayuco que naufragó. Una frialdad administrativa a la altura de la gestión política de la crisis migratoria en la ruta más mortífera del mundo.
Así, ya habrían recibido sepultura las nueve víctimas del naufragio encontradas hasta el momento, tres recibieron sepultura este lunes en el cementerio de El Mocanal y los seis restantes en La Frontera.