El 26 de abril el Atlántico sumó 24 cadáveres más a su cementerio de migrantes. Entre ellos estaban los de siete bebés. Solo uno de los cuerpos de este naufragio en la ruta canaria, el de una mujer de Costa de Marfil, fue recuperado por Salvamento Marítimo y pudo ser trasladado al muelle de Arguineguín, en Gran Canaria. Un día después, el colectivo Caminando Fronteras alertó de la muerte de otras seis personas rumbo a Canarias en las costas de Tarfaya, Marruecos.
A pesar de que 2020 y 2021 rompieron los récords de muertes en esta travesía, cientos de personas siguen viéndose obligadas a tomar este camino para llegar a Europa ante las dificultades para obtener visados en sus países de origen. Así, 2022 continúa sumando tragedias. Según los últimos datos publicados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), en solo cuatro meses han perdido la vida 211 migrantes africanos en la ruta atlántica.
Estos datos han sido recopilados por CEAR en el marco de su programa “UErfanos”. La ONG comenzó a denunciar las muertes en el mar rumbo a Europa en abril de 2015, después del naufragio de 700 personas en las costas italianas.
''Las rutas más transitadas y peligrosas siguen siendo la del Mediterráneo central y la canaria, donde se produjeron el 89% de las muertes rumbo a Europa. Mientras el mundo mira a Ucrania, estos datos demuestran que aún hay muchas personas que necesitan de nuestra atención y refugio'', apunta la organización.
Según los datos del Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 30 de abril llegaron al Archipiélago 6.624 personas en 145 embarcaciones precarias. Esta cifra supera el número de supervivientes del mismo período en 2021, cuando alcanzaron las Islas 4.411 migrantes en 123 barcazas.
Las familias de los desaparecidos
Detrás de cada muerte o desaparición hay una familia que busca a sus seres queridos. En la actualidad, son pocas las herramientas con las que cuentan para localizarlos. Una de ellas es un programa impulsado por Cruz Roja en 2020 “para la localización e identificación de migrantes que atraviesan el Atlántico''. La ONG realiza esta tarea de manera coordinada con el Comité Internacional de la entidad y los Institutos de Medicina Legal. Para reconstruir y rastrear los decesos, Cruz Roja se vale del testimonio de los informantes clave.
Por otra parte, el colectivo Caminando Fronteras también ha diseñado una guía de ayuda a los familiares de los desaparecidos en las fronteras. Uno de los principales consejos de este documento es buscar acompañamiento en las organizaciones sociales. ''El momento de la denuncia es muy estresante y doloroso. Si además no hablas el idioma local o no conoces la administración del lugar, es mejor estar acompañadas. Los Estados no cumplen con su obligación de buscar si los protagonistas son migrantes''.