La polémica entre el Gobierno y los obispos ha estado presente este domingo en los actos de la precampaña electoral y en algunas homilías, como la del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, quien ha dicho que la Iglesia no callará, aunque esto “le traiga juicios falsos e injustos”.
Tanto desde el PSOE como desde el PP, IU, CiU o ERC se han hecho este domingo referencias a la polémica suscitada por el documento de los obispos españoles hecho público el pasado jueves en el que, entre otras cosas, piden que no se vote a quienes estén dispuestos a negociar con ETA.
Mientras, el cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal ha asegurado durante la homilía que los juicios “falsos e injustos” descalifican “a quienes los hacen”.
Por el contrario, el abad de Montserrat, Josep María Soler, se ha desmarcado en su homilía dominical de la cúpula de la Iglesia católica y ha afirmado que ésta no puede pretender ningún monopolio.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que este domingo ha asistido en Granada a un acto del PSOE andaluz, se ha limitado a señalar que las autoridades eclesiásticas pueden votar lo que quieran, aunque ha precisado que “no hace falta ser adivino” para saberlo.
Más crítico se ha mostrado el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quien ha afirmado durante la presentación de las candidaturas del PSOE por Salamanca que “algunos obispos están muy lejos de lo que piensan los cristianos en España, pero muy cerca de lo que piensa la cúpula del PP”.
Desde el PP, su líder, Mariano Rajoy, ha acusado a Zapatero de estar “preso de un ataque de nervios” y de “crear líos donde no los hay”, en alusión a esta polémica, y ha asegurado que el secretario general de los socialistas “está peleado con el mundo”.
El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, ha instado al Gobierno a “hacer memoria” y recordar cómo en 2004 “pregonaban hasta la saciedad manifestaciones de algunos obispos y de su Santidad el Papa, cuando criticaban la invasión de Irak”, momento en que “les parecía muy bien que la Iglesia hablara, y entonces ellos se sentían muy cerca”.
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha pedido al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que admita que se ha equivocado con “el intercambio de cartas con el Vaticano, para mantener su situación de privilegio”.
Por CiU, su presidente, Artur Mas, ha dicho sentirse decepcionado con los máximos dirigentes de la Conferencia Episcopal, mientras que para el candidato de este partido Josep A. Duran i Lleida, con las alusiones a Zapatero y al terrorismo, la Iglesia “se ha equivocado, pero con su error han hecho un favor al PSOE, le han dado un balón de oxígeno”.
También desde Barcelona, el candidato de ERC a las elecciones generales del 9 de marzo, Joan Ridao, ha pedido al Estado que se desvincule de la Iglesia católica y que ésta se autofinancie a partir de la próxima legislatura.
Además, el embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, confirmó que el pasado viernes expresó al Vaticano de manera “oficiosa” el “malestar, desconcierto y preocupación” del Gobierno de Madrid por el punto del documento de los obispos españoles en el que tratan el tema del terrorismo“.