El Congreso rechaza por amplia mayoría paralizar la nueva Ley del Aborto

El Congreso de los Diputados rechazó este martes la iniciativa de UPN en la que se pedía al Gobierno que pospusiera la tramitación de la reforma de la Ley del Aborto hasta que se alcanzase un “amplio consenso social, político y parlamentario”.

La moción fue apoyada por el PP, UPN, ocho de los diez diputados de CiU y uno de CC, mientras que votaron en contra el PSOE, PNV, ERC, dos diputados de CiU, BNG, IU, ICV y Nafarroa Bai. Por su parte, UPyD y la diputada popular Celia Villalobos se abstuvieron. La votación fue rechazada por 183 votos (siete por encima de la mayoría absoluta), frente a 160 a favor y las dos abstenciones. Hubo cinco ausencias, entre ellas la del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En el debate, el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Carlos Salvador, pidió congelar la tramitación“ del anteproyecto del Gobierno hasta que no se produjera ”un cambio en las circunstancias que permita una reflexión sosegada y el enriquecedor debate social multidisciplinar que este tema merece“.

Salvador dijo que “gran parte de la sociedad no comparte la reforma”, que debería estar basada en “soluciones y propuestas constructivas”, y aseguró que “los 112.000 seres humanos que mueren cada año a causa del aborto nunca elegirían ese final”.

Por parte del PP, Sandra Moneo apuntó que la reforma, “sin haber llegado aún a esta Cámara, ya ha provocado una profunda fractura social”, además de ser una modificación que el PSOE no incluyó en su programa electoral de las elecciones generales de 2008.

Consenso no es la mitad más uno

La diputada 'popular' espetó al PSOE que “el consenso no es la mitad más uno de los diputados del Congreso” y auguró que la nueva ley tendrá “un efecto indeseado”, ya que “no habrá menos abortos sino muchos más”. “No podemos permitirnos que 112.000 mujeres aborten cada año”, concluyó.

Unión, Progreso y Democracia (UPyD), aunque no pudo intervenir en el debate, hizo público esta tarde un comunicado en el que justificaba la abstención de Rosa Díez alegando que, si bien la reforma del Gobierno ha seguido un procedimiento “oportunista y sectario para dividir a los españoles”, su partido está dispuestos a aportar sus propuestas para mejorar jurídicamente el proyecto.

Por contra, la portavoz del PSOE, Carmen Montón, dijo que la moción de UPN es “una maniobra para entorpecer la tramitación de la ley” y destacó que la reforma ha sido una de las “más dialogada y pactada”, que ha tenido una tramitación “rigurosa y transparente”.

Además, criticó a UPN y al PP por “otorgarse en exclusividad la defensa de la vida” y agregó que la nueva ley quiere que se respete “el derecho de las mujeres a decidir sobre su propia maternidad”. Así, se mostró partidaria de que continúe la tramitación del anteproyecto, “porque es en el Congreso donde se debe debatir”.

A su vez, el diputado del PNV Joseba Aguirretxea explicó que su grupo votó en contra de la moción porque desean que la reforma sea debatida, enmendada y mejorada en el Congreso. Además, dijo que la actual ley debe ser modificada “por diferente motivos”, que no tiene por qué coincidir con los del Gobierno. Jordi Xuclà (CiU) explicó que su grupo tiene libertad de voto.

ERC anima a no dejarse acomplejar

Por último, desde ERC, Joan Tardà instó al PSOE a “no dejarse acomplejar por lo que cae y por lo que caerá” con la reforma de la ley y avisó al Gobierno que los grupos de izquierda no aceptarán una ley “un centímetro por debajo” de lo acordado en la Subcomisión del Congreso sobre el aborto.

ERC, que minutos antes había pedido la supresión del Ministerio de Igualdad, felicitó a la ministra Bibiana Aído por su “valentía” y agregó que “sus convicciones y su juventud” pueden ser el “icono” de la nueva ley.