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Dados de alta los dos guardias civiles heridos en un atentado en Durango

Los dos guardias civiles que resultaron heridos en el atentado perpetrado la madrugada de este viernes contra la casa cuartel de Durango (Vizcaya) ya han sido dados de alta tras ser atendidos por heridas leves en el Hospital de Galdakao, informaron a Efe fuentes del Gobierno vasco.

Los dos agentes sufrieron cortes provocados por los cristales rotos tras la explosión de una furgoneta bomba que se produjo hacia las 3.30 horas de la madrugada (hora peninsular) en la parte trasera de la casa cuartel.

La deflagración del explosivo, formado por 70 u 80 kilos de explosivos y metralla, estaba ubicado en una furgoneta Citroen C-15, y ocasionó cuantiosos daños en vehículos y viviendas cercanas al lugar, lo que motivó que numerosos vecinos fueran desalojados.

Pasadas las cuatro y media de la madrugada, los terroristas hicieron explotar en un descampado de la localidad vizcaína de Amorebieta, a escasos kilómetros de Durango, el vehículo que habían utilizado para huir, un coche de matrícula portuguesa, y posteriormente siguieron su huida a pie.

Según informó el departamento de Interior del Gobierno Vasco, la Ertzaintza investiga si el coche ardió tras la deflagración de un explosivo o se le dio fuego y después se produjo una explosión.

El director general de la Policía y de la Guardia Civil, Joan Mesquida, se desplazó ya hacia el lugar del atentado la misma mañana de este viernes.

También el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, se ha desplazado hasta el cuartel de la Guardia Civil en Durango, objetivo del atentado terrorista en el que dos agentes han resultado heridos de carácter leve por cortes de cristales y que ha provocado “cuantiosos” daños materiales.

Tercer atentado contra la casa cuartel

El atentado perpetrado la madrugada de este viernes mediante la explosión de una furgoneta bomba que hirió a dos guardias civiles es el tercero que sufre la casa cuartel del instituto armado en la localidad vizcaína de Durango.

El 9 de septiembre de 1982 ETA disparó con un lanzagranadas una granada de carga hueca que se estrelló contra la fachada del acuartelamiento y que al explotar causó daños materiales importantes en algunas dependencias.

La casa cuartel sufrió un nuevo ataque de un comando etarra el 31 de marzo de 1984, esta vez mediante fuego cruzado de metralleta y el lanzamiento de tres granadas, dos de las cuales hicieron explosión.

En esa ocasión, la Guardia Civil repelió la agresión y no se produjeron daños personales.

Además el 19 de marzo de 1988 el guardia civil Pedro Ballesteros Rodríguez murió por los disparos de dos etarras junto a la plaza de Krutziaga de Durango cuando se dirigía a la casa cuartel en automóvil junto a su mujer, que sufrió heridas leves, y su hija de año y medio, que resultó ilesa.

El último atentado de ETA en Durango se produjo el 4 de junio de 2000, cuando Jesús María Pedrosa Urquiza, concejal del PP desde 1987 y militante del sindicato ELA, fue asesinado de un tiro en la cabeza en las proximidades de su domicilio.