BILBAO, 31 (EUROPA PRESS)
El Departamento vasco de Interior destinará un total de 150 agentes de la Unidad de Acompañamiento de la Ertzaintza, que hasta la fecha cumplían servicio de escolta, a desarrollar labores de contravigilancia tanto de amenazados por ETA como de víctimas de violencia de género.
En rueda de prensa en Bilbao, el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rodolfo Ares, ha explicado que el objetivo es que los agentes que escoltaban hasta la fecha a políticos o cargos públicos debido a la amenaza de ETA, “presten servicio con la máxima eficiencia a la personas que necesitan protección”, tanto por la amenaza terrorista como por la “violencia machista”.
Según sus datos, a 31 de diciembre de 2010, un total de 19 mujeres habían aceptado el servicio de escolta ofrecido, tras una evaluación del Departamento que estimaba la existencia de una situación especial de riesgo, y, en la actualidad, la cifra se eleva a 52. A este servicio, se añaden otros servicios de “contravigilancia y protección”.
Dentro de la potenciación de medidas de protección a personas que sufren este tipo de maltratos, incluidas también en el plan de ajuste y modernización de la Ertzaintza, el Departamento ha establecido que los 150 agentes que hasta la fecha se dedicaban “exclusivamente” a la protección de personas “víctimas del terrorismo” se destinen, a realizar labores, casi en su totalidad, de contravigilancia de este mismo colectivo y de las posibles víctimas de violencia de género.
“Vamos a seguir adecuando los servicios de protección a personas en función de los análisis de riesgo, de los informes que nos hagan los técnicos de la Ertzaintza. Mientras se considere que es necesario, las personas que tenían protección por parte de estos agentes de la Ertzaintza, cuando se requiera, serán cubiertos por otros servicios”, ha dicho.
La intención del Departamento que dirige es “reforzar y unificar las contravigilancias” a amenazados por ETA y “a la vez, usar esos agentes para que hagan contravigilancia a personas que sufren violencia de género”.
“Se trata de reorganizar todos los servicios de seguridad para que los operativos de la Ertzaintza, sean 'berrozis' o bien agentes de acompañamiento a empresas de seguridad privada, presten servicio con la máxima eficiencia a quienes necesitan protección”, ha dicho.
Ares se ha mostrado “muy preocupado” por la persistencia de la violencia de género, “una lacra de violencia machista que es necesario combatir”. En este sentido, ha advertido de que el Ejecutivo está “dispuesto a combatir” este fenómeno tanto con medidas de protección como de “educación y sensibilización”.