Detenido en Tenerife un agente doble que vendió información del CNI

El ex agente del CNI Roberto Flórez García fue detenido este lunes en Tenerife por haber vendido entre diciembre de 2001 y febrero de 2004 información clasificada a un servicio de inteligencia extranjero, según anunció el director del Centro, Alberto Sáiz.

En una inédita rueda de prensa en la sede del CNI, Sáiz explicó que se trata de un “caso único en la historia de los servicios de inteligencia españoles” y garantizó que en ningún momento la actividad del agente doble puso en peligro la seguridad de España, de sus instituciones, de la UE o de la OTAN.

Según los datos de la investigación, en manos ahora de un juzgado de Tenerife, Flórez, quien se dio de baja en el CNI en enero de 2004, se ofreció voluntariamente a un servicio de inteligencia extranjero a cambio de “mucho dinero” y le filtró información relativa a la organización y procedimientos internos, actividades de contrainteligencia del CNI y “decenas de identidades de agentes españoles”.

Saiz no quiso revelar el servicio extranjero para el que Flórez trabajó, señaló que ese país se enteraría este martes por los medios de comunicación de la detención del agente doble y sólo apuntó que “seguramente tendrán traductor de español” para informarse de la noticia.

Algunos medios apuntan a que pudo ser Rusia, pero fuentes de la Embajada de este país en Madrid negaron cualquier responsabilidad y dijeron no tener “nada que ver” con el ex agente.

Traición

La Fiscalía de Tenerife ha acusado inicialmente a Roberto Flórez de un delito de traición, que puede ser castigado con una pena de entre 6 y 12 años.

Fuentes jurídicas confirmaron este martes que, en principio y a la espera de determinar qué otros delitos pueda haber cometido el ex agente, “como mínimo” se le imputa el de traición por revelar información clasificada “como reservada o secreta”, susceptible de “perjudicar” la seguridad o la defensa nacional, que viene recogido en el artículo 584 del Código Penal.

De acuerdo con las mismas fuentes, el CNI comunicó hace dos semanas a la Fiscalía General del Estado (FGE) las investigaciones que estaba llevando a cabo en relación con Roberto Flórez y ésta, a su vez, informó a la fiscal jefe de Tenerife, Carmen Almendral, de que ella era la competente en este procedimiento.

Sólo en el caso de que se le acuse de delitos cometidos en Madrid, donde está la sede del CNI, la competencia de la causa podría recaer en los juzgados de la capital, pero únicamente en la jurisdicción ordinaria.

También las fuentes señalaron que se ha registrado al menos dos domicilios que el ex agente tiene en Tenerife, donde se ha encontrado numerosa documentación.

Daños internos al CNI

reconoció que el espionaje de Flórez ha causado daños internos al CNI, que se ha visto obligado a modificar estructuras y procedimientos y a introducir nuevas medidas de seguridad, aunque insistió en la organización está en un cambio constante.

Flórez estuvo alrededor de 12 años en el CNI, donde ocupó diversas puestos de nivel medio tanto en la sede central como en el exterior, hasta que se dio de baja voluntariamente en 2004, como suboficial en excedencia de la Guardia Civil.

Saiz consideró posible que revelase las identidades de los siete agentes del CNI muertos en Irak en noviembre de 2003 dentro del “paquete” que filtró, pero recalcó que “no existe ninguna relación” entre lo sucedido en aquel país y las actividades del ex agente.

Además, garantizó que, por su trayectoria y destinos, “jamás” estuvo cerca del departamento de terrorismo internacional del CNI, que se creó pocos meses antes de los atentados del 11 de marzo en Madrid.

Sospechas de filtraciones

El director del CNI ordenó iniciar la investigación interna en julio de 2005 tras descubrir que un “incidente” ocurrido en el ámbito de la contrainteligencia esa primavera podía estar conectado con otros anteriores y tener entonces “sólidas sospechas” de que el Centro podía tener “un agujero de seguridad” y haber sido “infiltrado” por servicios de inteligencia extranjeros.

La máxima preocupación del Centro, explicó, fue delimitar los daños causados a la organización en sus procedimientos, estructura y en las actividades de contrainteligencia que estaban en marcha en aquellos años, cuando lo dirigía Jorge Dezcallar.

Según manifestó, aunque los datos vendidos por Flórez fueran “útiles” en aquel momento para el servicio extranjero, en la actualidad “son de interés menor” debido al paso del tiempo y a los cambios introducidos en el CNI.

Este caso, según Saiz, es “un fracaso” de la institución, que no consideró el riesgo de una fuga de información y, “de alguna forma falló”, pero también es “un éxito” porque ha sido capaz de descubrirlo y conocer muchos de sus “agresores y debilidades”.

Rusia niega cualquier responsabilidad

Por su parte, la Embajada de Rusia en España negó este martes cualquier responsabilidad en relación con el ex agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) detenido por vender información clasificada y dijo “no tener nada que ver” con esta persona.

“La Embajada de Rusia no tiene nada que ver con esta noticia”, declaró un portavoz diplomático ruso, quien habló de una información “puramente mediática”.

Según el portavoz de la Embajada, Rusia “no sabe de lo que se trata” al no disponer de “ninguna información seria y comprobada”, si bien añadió que “estudiará el tema”.

“Seguro, de verdad, que esto no tiene nada que ver con Rusia. No tenemos ninguna responsabilidad y desconocemos el origen de esta información. Para nosotros, es también una sorpresa”, añadió el portavoz, quien eludió hacer más comentarios al respecto.