Dos hombres y una mujer, presuntos miembros de un comando de ETA, fueron detenidos durante la mañana de este jueves en la localidad gala de Bagnères-de-Bigorre en una operación policial hispano-francesa que supone el primer golpe a la banda terrorista desde que el anuncio del fin del alto el fuego.
Fuentes de la lucha antiterrorista identificaron a los detenidos como Alaitz Areitio Azpiri, que a principios del año pasado estaba encuadrada en el “aparato de cursillos” de ETA, encargado de formar en el manejo de armas y explosivos a los terroristas; Igor Igartua Etxeberria y Aitor Lorente Bilbao, quien tras salir en libertad en agosto de 2006 pasó de nuevo a la clandestinidad en Francia. Las detenciones, practicadas por agentes de la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial francesa con la colaboración de la Comisaría General de Información española, tuvieron lugar a las seis de la mañana en un apartamento en el que se hallaron una pistola, documentación falsa, útiles para falsificar matrículas y dinero en efectivo.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que asistió en El Puerto de Santa María (Cádiz) a la inauguración de un centro penitenciario, aseguró que los detenidos son miembros del aparato militar de ETA, probablemente de un comando.
Historial delictivo
Alaitz Areitio fue procesada por el juez de la Audiencia Baltasar Garzón el 30 de abril de 2004 en la causa en la que investiga los aparatos de captación (Arrantza) e información (Pianistas) de ETA.
Según el Ministerio del Interior, Areitio ocupó responsabilidades en ese aparato al menos desde 2002 y huyó de su domicilio en enero del año siguiente tras la operación policial que culminó con la detención del dirigente etarra Ibon Fernández Iradi. El 28 de octubre de 2004, Areitio escapó de un tiroteo con la Gendarmería francesa en la ciudad de Lourdes, muy cerca de donde hoy fue detenida, tras saltarse un control de carretera cuando viajaba en un vehículo robado en compañía de la también etarra Maite Juarros, que sí fue arrestada.
Por su parte, Aitor Lorente formó parte, como miembro “legal” (no fichado), del comando Vizcaya de ETA, para el que colaboró ocultando en una vivienda alquilada a su nombre explosivos y armas, una de las cuales fue utilizada en el asesinato frustrado del militante socialista Javier Pérez de Aja el 10 de junio de 1997. Luego se integró en el comando Eskiula, que operó en Zaragoza desde noviembre de 1999, y fue detenido en la capital aragonesa el 27 de julio de 2000.
Tras cumplir condena y quedar en libertad el 17 de agosto de 2006, huyó de su domicilio y pasó de nuevo a la clandestinidad en Francia. Lorente está en busca y captura desde el pasado 9 de enero, acusado de los delitos de tenencia de armas, municiones y explosivos.
Por último, Interior informó de que Igor Igartua formaba parte en 1999 de un talde legal de información dependiente del comando Vizcaya formado por Patxi Rementeria Barruetabeña y Guillermo Merino Bilbao y que huyó de su domicilio el 3 de enero de 2000, tras una operación policial contra este grupo. Sobre Igartua pesa una reclamación policial por colaboración con banda armada.
Desde que ETA anunciara un alto el fuego permanente el 22 de marzo del año pasado, las Fuerzas de Seguridad han detenido a 61 presuntos miembros de la banda, 33 de ellos tras el atentado en la terminal 4 del aeropuerto madrileño de Barajas perpetrado el pasado 30 de diciembre y que costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos. Veinticinco de las detenciones se han producido en España, 33 en Francia -incluidas las tres de este jueves- y las tres restantes en el Reino Unido.
Sin cena y sin desayuno
Por otro lado, el preso etarra José Ignacio de Juana Chaos se negó a comer desde su ingreso, el miércoles, en el centro penitenciario de Aranjuez (Madrid), aunque no ha comunicado oficialmente a la dirección de la cárcel que esté de nuevo en huelga de hambre. De Juana, que llegó a la prisión pasadas las 18:00 horas del miércoles y se encuentra en la enfermería del centro, rechazó la cena y este jueves no desayunó ni comió, según informaron fuentes sindicales, que añadieron que también se ha negado a recibir asistencia sanitaria.
Sin embargo, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias dijo que por el momento el recluso no ha comunicado por el conducto reglamentario, es decir, mediante una instancia dirigida a la dirección de la prisión, su intención de no ingerir alimentos. En las ocasiones anteriores en las que inició una huelga de hambre, De Juana sí lo comunicó oficialmente.
El abogado del preso, Álvaro Reizabal, no confirmó la noticia, pero la consideró “coherente” con lo que su representado le había anunciado previamente, en el sentido de que se negaría a comer en cuanto regresara a prisión. El letrado, por otra parte, aseguró que este viernes presentará un recurso contra el auto del juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, en el que éste avalaba la decisión de Prisiones de trasladar al etarra del hospital Donostia de San Sebastián.
Según Reizabal, la resolución, en contra de lo que señala el auto, no se corresponde con lo acordado el pasado 1 de marzo, cuando en otro auto el magistrado dijo que una vez que De Juana recibiera el alta hospitalaria completaría su recuperación en su domicilio.