La Ertzaintza ha localizado este jueves en Getxo (Vizcaya) un barril metálico de cerveza con alrededor de 30 kilogramos de explosivo, “posiblemente amonal o amosal”, y cordón detonante de pentrita, pero sin temporizador ni ningún otro mecanismo de iniciación.
Según ha informado el Departamento de Interior del Gobierno Vasco, los primeros indicios apuntan a que se trataría de una entrega de material entre miembros de ETA, posiblemente con la intención final de utilizar el recipiente como un artefacto explosivo para la comisión de un atentado.
La ausencia de un temporizador u otro iniciador y lo apartado del lugar donde se ha encontrado el artefacto, en un camino vecinal sin salida, al que se llega después de dejar otros dos caminos secundarios y en una zona rural de caseríos, son las principales razones que llevan a los expertos policiales a considerar que se trataba de una entrega de un artefacto entre miembros de ETA, informaron fuentes de la lucha antiterrorista.
Las citadas fuentes han señalado que se investiga si este artefacto hallado en Getxo tiene relación con el “zulo” localizado en Lesaka (Navarra) tras la detención a principios de enero de los etarras Igor Portu y Martín Sarasola.
La localización del artefacto se ha producido después de que un vecino de la zona, el barrio de Andra Mari, avisara esta mañana a la Policía Municipal de la localidad vizcaína de la existencia de una bolsa de plástico en cuyo interior había un barril de cerveza del que salían unos cables.
Según la Ertzaintza, este ciudadano detectó la bolsa durante la jornada de ayer, junto a camino vecinal sin salida y en las cercanías de un caserío.
Los agentes municipales de Getxo han constatado por la mañana la existencia de este objeto, por lo que, en previsión de que se pudiera tratar de un artefacto o de un depósito de explosivos, han puesto el hecho en conocimiento de la Ertzaintza.
Hacia las 12.30 horas, los especialistas de la unidad de desactivación de explosivos de la Policía vasca han comenzado la inspección del objeto, localizado en el camino vecinal conocido como Estrada de Diliz, y tras varias horas de trabajo han comprobado que el barril contenía la citada carga explosiva.
Pese a ello, más de seis horas después, a las 19.00 horas, la zona seguía acordonada por la Ertzaintza.
Getxo fue objeto de un atentado de ETA el pasado 16 de diciembre, cuando -según la Policía- los etarras Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, que residía en este municipio, dejaron una bomba en la entrada del juzgado, de cuya colocación dieron aviso, y un segundo artefacto escondido en una papelera, que no fue localizado hasta varias horas después.
Unos días más tarde un artificiero de la Ertzaintza resultó herido en una mano cuando inspeccionaba esa bomba en dependencias policiales.
Martiegi y Goikoetxea también han sido identificados como los etarras que cometieron el atentado con coche-bomba contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya), el pasado 24 de agosto, que causó importantes daños económicos y lesiones leves a dos agentes.
A Martitegi, además, se le atribuye la colocación de una bomba en los juzgados de paz de Sestao el 16 de diciembre, el penúltimo atentado que ha habido en Vizcaya, ya que en Nochebuena otro artefacto estalló en una sede del PSE-EE en Balmaseda. Estos ingenios explosivos estaban compuestos por cinco kilos de cloratita cada uno, según los investigadores.
A estos dos etarras también se les considera autores de la colocación de una bomba de cinco kilos en la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz (Guipúzcoa) el 25 de septiembre.