La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha confesado este jueves que este miércoles sólo pasó miedo cuando iba camino del aeropuerto de Bombay y se encontró con un atasco ocasionado por una bomba, pero que en ningún momento de su huida, que hizo descalza, vio a terroristas ni a personas heridas.
En una comparecencia en la sede del Gobierno regional, Aguirre ha relatado a la prensa su experiencia de este miércoles en Bombay, cuando se registró una oleada de ataques a hoteles con presencia de occidentales.
La presidenta madrileña ha afirmado que a su llegada al hotel se encontró con un amigo de la infancia, el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, que le contó que había ido a la ciudad para repatriar el cadáver de su hermano, fallecido en la ciudad el día anterior.
El drama que escuchaba de boca de De Foxá impidió a Aguirre percatarse del comienzo del ataque y pensó que el tiroteo era en realidad una rotura de cristales.
Después ambos fueron empujados por el personal del hotel para que se pusieran a salvo, pero en el transcurso de la huida, que hizo descalza, no vio a terroristas ni a personas heridas, aunque sí charcos de sangre.
El peor momento fue cuando, cerca del aeropuerto, la explosión de un coche-bomba cerca de la terminal de vuelos domésticos motivó un “inmenso atasco” y ella pensó que podía haber otro artefacto.