ETA culpa a Francia del tiroteo con el gendarme y le pide una “profunda reflexión”

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

La banda terrorista ETA aclara a través del diario 'Gara' que la desactivación de la respuesta armada no soluciona el conflicto político y explica que, como en otros procesos de resolución de conflictos en el mundo, en el suyo “son necesarios garantías y compromisos de todas las partes para construir el escenario democrático que garantizará una salida sólida y permanente”.

En el marco de su reflexión sobre la coyuntura en la que se celebra el Aberri Eguna, ETA indica que la “necesidad de resolver el conflicto vasco aparece con fuerza en la agenda internacional y anuncia que, aunque ”la llave de la solución está en Euskal Herria“, recogerá en las próximas reflexiones las aportaciones y opiniones que han lanzado los agentes internacionales.

ETA considera que, en el último año, “la fotografía política de Euskal Herria se ha aclarado”, ya que es “más evidente que nunca” que no hay más que dos proyectos para elegir: “el actual modelo de negación que nos condena a seguir encadenados a Francia y España o el de la independencia que abre la puerta al desarrollo social, político, cultural y económico de Euskal Herria”.

“La intención de ETA es que el choque entre ambos proyectos se supere a través de la confrontación democrática, con la garantía y compromiso por parte de todos de que respetarán lo que los ciudadanos vascos decidan, en un escenario sin violencias, sin límites y sin injerencias”, añade.

El comunicado de la banda terrorista comienza haciendo referencia a la aparición del cuerpo sin vida de Jon Anza en Tolouse, calificando al militante donostiarra como “modelo de compromiso y coherencia” y expresando sus condolencias sus familiares y amigos.

Sobre el enfrentamiento de gudaris de ETA y la Policía francesa del pasado 16 de marzo, ofrece una versión sobre lo ocurrido en Dammarie-lès-Lys y señala que la Policía francesa “secuestró a cuatro militantes de ETA en un bosque de dicha localidad. Asegura que, cuando los cuatro permanecían ”neutralizados“, ”un policía disparó dos veces hacia un militante que estaba en el suelo y sin armas“.

ETA asegura que, aunque supuestamente “no fue a dar”, esto incidió directamente en los sucesos posteriores, ya que fue entonces cuando, “alarmados por los disparos”, otros tres militantes que se encontraban en los alrededores se acercaron al lugar y, “con la intención de evitar cualquier enfrentamiento”, hicieron una clara advertencia a los policías: que tiraran las armas y se marcharan de allí.

Según indica, mientras dos policías procedían a retirarse, otros tomaron actitud de enfrentarse “apuntando con las armas y dando paso al tiroteo”. “Así comenzó el tiroteo”, insiste, tras aseverar que los militantes de ETA efectuaron un total de nueve disparos mientras que los policías franceses realizaron “bastantes más”.

EL ENFRENTAMIENTO, “EN CONTRA DE LA VOLUNTAD DE ETA”

ETA concluye que, como resultado del conflicto, “un ciudadano vasco fue secuestrado y el policía francés Jean-Sege Nérin resultó muerto y aclara que el enfrentamiento tuvo lugar ”en contra de la voluntad de ETA“, puesto que es de sobra conocida su actitud al respecto y en la que se reafirma.

“El origen del enfrentamiento está en la actuación de la Policía francesa contra nuestros militantes y, por tanto, de ningún modo al revés. Ellos fueron los se acercaron a los gudaris de ETA para secuestrarlos y fueron ”los primeros en disparar“, subraya.

PIDE A FRANCIA UNA “PROFUNDA REFLEXIÓN”

En este sentido, la banda terrorista comenta que tanto la ciudadanía francesa como el Gobierno de París “deberían hacer una profunda reflexión” en torno “a dónde les quiere llevar la borrachera represiva del Gobierno español”.

De hecho, resalta que las “significativas” reacciones que ha habido en España y considera que, más allá de las “falsas expresiones” de solidaridad y las condenas, “no han podido ocultar la alegría al creer que estos sucesos conllevarán nuevos pasos represivos por parte del gobierno francés.

En este punto, recuerda lo ocurrido a Jon Anza, cuya muerte se enmarca en la actuación que lleva a cabo “de forma incontrolada” la Guardia Civil “bajo el amparo del gobierno francés” y hace un llamamiento a los gobiernos francés y español para “que dejen de un lado el estéril camino represivo y, a través del diálogo y la negociación, se posicionen a favor de la solución democrática basada en el respeto de la voluntad de los ciudadanos vascos”.