La dirección nacional del PSOE no aceptará críticas a la ejecutiva del PSN, que encabezan Fernando Puras y Carlos Chivite, y está convencida de que ambos “administrarán” la decisión de dejar gobernar a UPN en Navarra sin que haya dimisiones en el seno de la formación socialista.
Así lo manifestó a EFE el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en respuesta a los representantes del sector crítico del PSN, que pidieron este sábado la dimisión de Puras, candidato a la Presidencia foral, y de Chivite, secretario general de los socialistas navarros.
“La Comisión Ejecutiva Federal no va a permitir que se produzcan críticas a la dirección del PSN por asumir una decisión que obliga a todos los miembros del partido, no sólo a sus dirigentes”, afirmó Blanco.
La decisión del PSOE de dejar en manos de UPN el gobierno foral, en vez de pactar con Na-Bai e IU, como acordó el PSN, suscitó este sábado la reacción de Helena Berruezo, miembro del sector crítico socialista navarro, quien dijo sentirse engañada por el proceso negociador tras las elecciones y exigió la dimisión de Puras y Chivite.
Blanco trasladó “todo el respaldo” de la dirección nacional a los líderes del PSN y de “apoyarles en todo” para que puedan gestionar el nuevo escenario.
Insistió en que en la reunión del viernes, Puras y Chivite discreparon de la resolución de la Comisión Ejecutiva Federal, pero se comprometieron a “asumirla” y “administrarla”, sin dejar entrever la posibilidad de renunciar a sus cargos.
Frente a las quejas de que la decisión se ha tomado en Madrid y no en Navarra, el secretario de Organización recordó que éste es el procedimiento habitual en el partido a la hora de autorizar pactos.
“Siempre ha sido así en la historia del PSOE. La política de alianzas la decide la dirección nacional y así pasa en todas las Comunidades Autónomas. El de Navarra no es un hecho extraordinario”, enfatizó.
Blanco defendió la manera en que el PSN ha negociado con las distintas formaciones navarras desde los comicios del 27 de mayo, porque, según él, “ha hecho lo que tenía que hacer”.
No obstante, subrayó que aunque se exploraron todas las posibilidades, se constató que no se daban las “condiciones suficientes” para gobernar con los nacionalistas e IU.
Blanco hizo hincapié en que la decisión de la Comisión Ejecutiva Federal fue “unánime y absoluta” y todos sus miembros, “desde el primero hasta el último”, la apoyaron “sin matices” al coincidir en la necesidad de “zanjar” este asunto.
La decisión del PSOE abre la puerta al candidato de UPN, Miguel Sanz, a seguir al frente del Ejecutivo foral, en este caso en minoría, ya que su formación cuenta con 22 de los 50 escaños del Parlamento autonómico, más el posible apoyo de los dos diputados de CDN.
PSN y Na-Bai lograron en las elecciones del 27 de mayo doce escaños cada uno e IU, dos.