El Fiscal pide que De Juana declare por la carta leída en su nombre

La Fiscalía ha pedido este lunes al juez Eloy Velasco que llame a declarar como imputado al ex preso etarra José Ignacio de Juana Chaos para determinar si fue él quien escribió una carta leída en su nombre en el homenaje de bienvenida que se le rindió en San Sebastián el 2 de agosto tras su excarcelación y al que él no asistió.

Según informaron fuentes jurídicas, el fiscal ha hecho este lunes esta petición tras recibir los tres informes policiales que el antecesor de Velasco al frente del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, solicitó de oficio a la Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza dos días después del homenaje.

En esos informes sólo se ha podido determinar que el nombre de De Juana -quien podría encontrarse actualmente en Dublín- aparece al final de la carta leída en el homenaje y que fue publicada en el “Gara”, pero en ningún momento se asegura que fuera él el autor.

Además, como tampoco se ha podido identificar a la mujer que la leyó durante el homenaje, la Fiscalía cree que es a De Juana a quien hay que preguntar directamente si fue él quien escribió la carta.

El Juzgado de Velasco abrió diligencias por el homenaje al ex preso ante la posibilidad de que éste hubiera cometido un delito de enaltecimiento del terrorismo a través de esa carta, ya que en ella se ensalzaba a históricos dirigentes de ETA como “Txomin” y si también incurrieron en ese delito los organizadores, los intervinientes y los asistentes al acto.

Sin embargo, por el momento, ninguno de los tres informes ha podido determinar la autoría de esa carta, ni identificar a la mujer que la leyó.

Sólo aparecen identificados unos cinco asistentes al homenaje, aunque sin especificar en qué modo participaron, y, en cuanto a la organización del acto, que fue convocado con carteles, el informe de la Guardia Civil lo atribuye a la ilegalizada Askatasuna.

El homenaje a De Juana tuvo lugar en el casco viejo de San Sebastián y los asistentes impidieron en todo momento el acceso y que se pudieran captar imágenes con ayuda de grandes pancartas.