Garzón comunica el procesamiento a Otegi y otros ocho dirigentes de la izquierda abertzale

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón comunicó este miércoles al ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y a otros ocho dirigentes de la izquierda abertzale su procesamiento en la causa en la que investiga el proyecto 'Bateragune (Todos Juntos)', con el que el entorno de ETA pretendía crear “un referente político” que pudiera concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011.

Además de Otegi, que fue juzgado en la última semana de enero por su participación en el homenaje al etarra José María Sagarduy, comparecieron ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 el ex secretario general de LAB Rafael Díez Usabiaga, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta, Sonia Jacinto, Amaia Esnal, José Luis Moreno y José Manuel Serra.

El ex portavoz de Batasuna, que compareció junto a los otros procesados durante unos 45 minutos, presentaba un aspecto tranquilo y sonriente y, a pesar de encontrarse esposado, aprovechó la ocasión para saludar a dos de los procesados que se encuentran en libertad y a sus abogados.

Los ocho dirigentes están acusados de un presunto delito de integración en organización terrorista después de que fueran detenidos el pasado 13 de octubre. Cinco de ellos --Otegi, Díez Usabiaga, Rodríguez, Zabaleta y Jacinto-- se encuentran en prisión desde entonces.

DECLARACIÓN INDAGATORIA

El magistrado, que se limitó a tomar declaración indagatoria a los procesados y comunicarle el procedimiento penal que se sigue contra ellos, ha dejado fuera del procedimiento a Rufino Etxeberria, que también fue detenido en el marco de esta operación, al considerar que no existían suficientes indicios incriminatorios en su contra.

El juez cree que los ocho pretendían “crear un bloque para el desarrollo de una estrategia soberanista” que diera forma a la “estrategia político-militar” de ETA creando un nuevo referente político institucional que sucediera a Batasuna y cuya constitución estaba prevista para la primavera de 2010. Según explica el auto, los indicios acumulados en la investigación apuntan a que el proyecto --“dirigido por ETA desde el principio hasta el final”-- estaba próximo a materializarse cuando se produjo la intervención policial y judicial, en octubre de 2009.

Les acusa de desarrollar “una estrategia de combinación de votos y bombas” que se ponía en marcha al dictado de la “organización” y que incluía la utilización de “parones en la lucha armada”.

TREGUAS SÓLO EN PAÍS VASCO Y NAVARRA

Según Garzón, una de las actividades desarrolladas por Otegi era “conseguir treguas encubiertas para 'Euskal Herria' de ETA (...) para facilitar los contactos y aproximaciones con formaciones o agentes políticos y sociales soberanistas o independentistas que se muestren contrarios a la violencia y que exijan su cese como requisito para continuar, si bien la actividad violenta continúa en el resto de España”.

En el auto de procesamiento, el juez recogía una serie de acciones terroristas de ETA que, a su juicio, evidencian que entre el 24 de abril de 2009 y el 7 de junio de 2009 ETA no llevó a cabo acción terrorista alguna en el territorio de la Comunidad Autónoma del País Vasco y de la Comunidad Foral de Navarra --“es decir lo que se considera Eukal Herria”, explica Garzón-- pero sí lo hizo en la localidad de Guriezo (Cantabria) “en lo que se considera como 'España', colocando un artefacto explosivo contra un repetidor de telecomunicaciones, el 6 de mayo de 2009.

Después de la señalada fecha de junio y hasta el momento en que se produjo la detención de Otegi, la banda terrorista asesinó el día 19 de eses mismo mes en Arrigorriaga (Vizcaya) al inspector de policía Eduardo Antonio Puelles, colocó en julio un potente artefacto explosivo oculto en una furgoneta en la casa-cuartel de la guardia civil de Burgos, asesinó en Calvia (Mallorca) a los guardia civiles Diego Salva y Carlos Saez de Tejada y colocó cuatro artefactos explosivos en tres locales de hostelería y unas galerías comerciales de Palma de Mallorca, que explosionaron en agosto, recuerda el juez.