MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha aprobado, en su último Consejo de Ministros, el cese de Cándido Conde-Pumpido como fiscal general del Estado.
La decisión anunciada este viernes por el portavoz del Ejecutivo en funciones, José Blanco, cumple con la reforma del Estatuto Orgánico del Ministerio Público que determina que el mandato del fiscal general se limita a un periodo de cuatro años, no renovable.
La norma establece, en su artículo 31, que el mandato del fiscal general concluye “cuando cese el Gobierno que lo hubiera propuesto”. Precisa que el titular puede ser renovado en el caso de que hubiera ostentado el cargo durante un periodo inferior a dos años.
El nuevo fiscal general deberá contar con el dictamen favorable del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y realizar la comparecencia de idoneidad ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, conforme al nuevo sistema establecido por la reforma de 2007 del Estatuto del Ministerio Fiscal.
Este nuevo Estatuto ya se aplicó a Cándido Conde-Pumpido cuando fue nombrado en 2008 por segunda vez como fiscal general del Estado. El Rey nombró a Conde Pumpido por primera vez, a petición del Gobierno, el 23 de abril de 2004, sustituyendo así a su antecesor Jesús Cardenal.
Hasta que el Gobierno del Partido Popular proponga la designación del nuevo fiscal general del Estado, será el teniente fiscal del Tribunal Supremo, Juan José Martín Casallo, quien esté al frente del Ministerio Público.
INGRESO EN EL TRIBUNAL SUPREMO
Cándido Conde-Pumpido prepara ahora su vuelta a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. “En cuanto el Gobierno cese de manera efectiva y antes de que tome posesión el nuevo presidente, yo ya cesaré como fiscal general y me incorporaré a la Sala Segunda del Tribunal Supremo con mucho interés y muchas ganas, porque es el mejor tribunal que hay en España y yo diría que en el mundo”, afirmó a finales de noviembre.
Conde-Pumpido Turó fue nombrado fiscal general del Estado en abril de 2004 en sustitución de Jesús Cardenal. Nacido en 1949 en A Coruña, casado y con tres hijos, es Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas, y pertenece a la Carrera Judicial desde 1974.
Ha sido uno de los fundadores de la asociación judicial Jueces para la Democracia, organización de la que fue portavoz entre 1984 y 1986 y entre 1992 y 1994.
Como magistrado ha estado destinado en la Audiencia Provincial de San Sebastián y, posteriormente, fue Presidente de la Audiencia Provincial de Segovia. Desde marzo de 1995 es magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
De su mandato se recuerdan, entre otras, la ya famosa frase que pronunció durante la tregua de ETA y la negociación del Gobierno con la banda terrorista de que había que “mancharse las togas con el polvo del camino”.
También causaron polémica unas declaraciones suyas, durante un desayuno informativo de Europa Press el 16 de abril de 2009, cuando denunció que la Fiscalía se tenía que apoyar únicamente en la Guardia Civil porque la Policía no atendía habitualmente a las peticiones de su Departamento en relación a la listas que periódicamente pretendía presentar a las urnas el entorno de ETA, ya que la Policía, según dijo, sólo respondía a las peticiones del juez instructor, en clara referencia al juez Baltasar Garzón.
Con anterioridad a ser Fiscal General del Estado, Conde Pumpido fue magistrado del Tribunal Supremo donde se opuso a la imputación de Felipe González por el caso GAL. También fue ponente de las sentencias dictadas en el caso Roldán, en el caso Urralburu y en el caso Intelhorce y participó en el Tribunal que condenó, entre otros, al ex Ministro de Interior José Barrionuevo por el caso Marey.