El Gobierno busca que “la cuerda no se rompa” en la relación con Marruecos

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, explicó este lunes que lo que el Gobierno busca en su relación con Marruecos es que “la cuerda no se rompa” a la hora de defender los intereses, al tiempo que aseguró que la relación con este país está “consolidada” y el reciente caso de la activista saharaui Aminetu Haidar no la ha afectado.

Según Moratinos, que participó en los Desayunos de Europa Press, en la relación entre España y Marruecos, “cada uno defiende sus intereses y tiene sus posiciones y cada uno tira de la cuerda”. “Lo que nos interesa a nosotros es lograr que la cuerda no se rompa y que se resuelvan las cosas”, aseveró.

Así ocurrió con el caso de Haidar, deportada por Marruecos a España el pasado 14 de noviembre y que finalmente pudo regresar a su casa en El Aaiún el pasado 18 de diciembre en virtud a un acuerdo entre Rabat, Madrid y París. Era “un caso complicado y al final se ha resuelto”, subrayó el ministro, haciendo especial hincapié en el hecho de que no ha afectado a la relación con Marruecos, pero tampoco con Argelia ni con el Frente Polisario, con el que dijo, el Gobierno tiene “buen diálogo”.

Además, el caso de Haidar ha hecho que se plantee a nivel nacional e internacional la “urgencia de resolver el tema del Sáhara Occidental”, algo que, dijo, España estará “apoyando e incentivando como hemos hecho en los últimos años”.

Así las cosas, Moratinos dijo estar “perplejo” por las críticas recibidas. “Si las cuestiones no se resolviesen estoy de acuerdo en recibir las críticas pero cuando las situacions se resuelven y lo hacen satisfactoriamente”, entonces, aunque sean “legítimas”, “a mí ya no me afectan”, aseguró.

Por otra parte, se dio por “satisfecho” con el fax que le envió la activista saharaui para agradecerle las gestiones realizadas para poder regresar a su casa en El Aaiún con su familia y restó importancia al hecho de que este reconocimiento no haya sido público. “Que lo haga públicamente o no es su problema”, aseveró.

“Lo importante no son los reconocimientos personales. En política no estamos para que nos reconozcan estamos para que las cosas mejoren y el ciudadano en general se sienta satisfecho con la labor del Gobierno y si no está satisfecho cuando lleguen las elecciones optará por la vía que considere más oportuna”, agregó.

En opinión de Moratinos, España tiene en la actualidad con Marruecos la “relación más avanzada y consolidada de los últimos años o décadas” y ello sin que afecte a la relación con otros países del norte de Africa como Argelia, Mauritania, Túnez o Libia.

En este sentido, resaltó el hecho de que el próximo año se vaya a celebrar una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del 5+5 (los cinco países del sur de Europa y los cinco países del norte de Africa), la primera en muchos años, y aunque reconoció que “es complicado” avanzar en la relación con este bloque de países, subrayó que existe el “interés” de que así sea porque el Magreb “es una gran plataforma de desarrollo y seguridad de cara al futuro”.

CRÍTICAS A GUINEA ECUATORIAL

Por otra parte, Moratinos reconoció que le “hubiera gustado” que el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, “hubiera cumplido” con la promesa que hizo durante su visita del pasado julio en compañía de diputados, empresarios y periodistas de garantizar la presencia de la prensa española en el país africano durante las elecciones del pasado 29 de noviembre, algo que finalmente no ocurrido.

“Peor para él”, opinó el jefe de la Diplomacia, que dijo que pese a ello el Gobierno va a “seguir insistiendo en el proceso de democratización en Guinea Ecuatorial y en la involucración de España” con este país que “está cambiando económica y financieramente”.

Moratinos, que comparó el caso de esta antigua colonia con el de Cuba, “donde necesitamos recuperar un espacio y capacidad de influencia para los cambios y los procesos que pueden producirse” en un futuro, consideró que no se puede “abandonar al único país que defiende y ha defendido como seña de identidad la lengua y la cultura españolas”.

Esta no es una “tarea fácil”, según el ministro, pero hay que “mirar al futuro” frente a “lo fácil (que) es no hacer nada”. “La política se hace con una visión a medio y largo plazo que es lo que está tratando de hacer el Gobierno y yo como ministro la tengo que aplicar”, aseveró.

En Guinea Ecuatorial “hay mucho que hacer” para seguir “ocupando espacios, (con) diálogo y mensajes constructivos hacia la sociedad (de ese país) y tratar de reforzar nuestra presencia allí”, afirmó. La forma de lograrlo, explicó, es “garantizar un mínimo de relación bilateral política siempre y cuando se respeten unos criterios mínimos y aprovechar cualquier ocasión para ampliar los espacios de libertad y de desarrollo que se puedan dar”.