MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El Gobierno quiere reformar la Administración para hacerla más eficaz, eficiente y “viable”, pero no se plantea poner en marcha una reforma del modelo de Estado como esta semana ha pedido el expresidente José María Aznar.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha defendido que lo necesario en la actual situación es hacer una “auditoría” de la administración para simplificar y adelgazar su estructura, evitando cualquier tipo de duplicidad entre ellas. A este objetivo se dedicará la comisión creada este viernes por el Consejo de Ministros.
Sin embargo, la vicepresidenta ha evitado pronunciarse directamente sobre la petición de Aznar, que dijo que “quizás” ha llegado el momento de abordar una reforma del modelo de Estado que permita tener un Estado “más ordenado, más eficiente, más justo” y que “reafirme los principios de la España constitucional”.
“Yo estoy de acuerdo con un procedimiento como el que estamos haciendo, que cada cual lleve a cabo o sea titular de la competencia que pueda ejercer y de la mejor manera”, ha sostenido la vicepresidenta al ser preguntada por si prefiere las palabras de Aznar o las de la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que defendió que “no se debe proceder a una reordenación y recentralización” del modelo de Estado.
EL SISTEMA ACTUAL, INSOSTENIBLE
Santamaría ha abordado así el debate sobre la idoneidad del modelo autonómico, que “funcionó muy bien para repartir riqueza”, y ahora tiene que demostrar que “funciona en tiempos de crisis”. “En España lo que es clave es reformar el conjunto de las administraciones públicas. El sistema tal y como lo tenemos, sin haber sido objeto de ninguna evaluación, no es sostenible”, ha dejado claro.
La vicepresidenta ha insistido en que, en épocas de bonanza, los modelos “lo aguantan todo”, pero también tienen que hacerlo en situaciones de crisis económica como la actual. “Nosotros proponemos un ejercicio que es administrativamente más difícil, políticamente no lo sé, que es que sepamos primero todo lo que hay, todo lo que las administraciones tienen, hacen y cómo lo hacen”, ha argumentado.
En este contexto, ha insistido en que “éste es el ejercicio que debe hacer”, “dimensionar adecuadamente la administración”, para garantizar que los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos sean “buenos, de calidad” y las administraciones se dediquen a “lo importante”.