El vicepresidente tercero del Gobierno y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, emplazó al PP a desvelar este mismo martes, tras la reunión de su Comité de Dirección, a dar “nombres y apellidos” de los dirigentes del partido “que ellos dicen que han sido espiados”.
“Que lo digan, porque si no lo dicen, y hoy tienen una buena oportunidad, creo que van a quedar como los grandes mentirosos de la política española”, dijo Chaves en una entrevista en RNE.
El dirigente socialista opinó que cuando el PP afirma haber sufrido escuchas ilegales y ser víctima de una persecución ordenada por el Gobierno es porque “en su manual político tiene dos objetivos: tapar y amedrentar”.
Así, acusó al principal partido de la oposición de hacer “acusaciones falsas” y cuestionar el funcionamiento del Estado de Derecho para “tapar” el caso Gürtel, un caso de corrupción que, según Chaves, “les está minando porque está atravesando toda la estructura del partido, desde abajo a arriba”.
Y en segundo lugar, afirmó que este partido pretende “amedrentar a jueces, fiscales y policías” con el fin de lograr “impunidad para todos aquellos miembros del PP presuntamente implicados en Gürtel y en las tramas de corrupción”.
Chaves añadió que en esta estrategia el PP está “cometiendo una gran irresponsabilidad” al “poner en cuestión las instituciones”, incluso llegando a “acusar a España de ser una dictadura” y replicó a los 'populares' que “la diferencia precisamente entre una dictadura y una democracia es que en una democracia los amigos de los poderosos van a la cárcel”.
En este punto, se refirió al principal implicado de la trama Gürtel, Francisco Correa, al que calificó de “amigo” del ex presidente del Gobierno José María Aznar y del presidente del PP andaluz, Javier Arenas. “En una democracia va a la cárcel, en una dictadura seguramente se hubiera salvado”, apostilló.
En todo caso, dejó claro que no le sorprende que el PP se embarque en una estrategia de “crispación” porque “no es la primera vez que sucede” y recordó que tras perder las elecciones en 2004 este partido “puso en marcha la utilización del terrorismo como arma política frente al Gobierno”, además de decir “que España se rompía” o “que se iba a entregar Navarra a los separatistas”.
“Fue un momento grave”, continuó Chaves, para concluir que “este tipo de armas las ha utilizado el PP con muchísima frecuencia desde que está en la oposición”, “quizá porque no entienden que el poder, democráticamente, puede recaer en otros partidos políticos por voluntad de los ciudadanos”. “Ellos pueden considerar que el poder les corresponde a ellos de manera natural pero no es así en una democracia”, remachó.
El caso de su hija, archivado
Por último, el también ex presidente de la Junta de Andalucía se refirió a la empresa Minas de Aguas Teñidas (Matsa), en la que trabajaba su hija y que recibió una subvención del Gobierno andaluz cuando él la presidía, para insistir en que el caso está archivado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Sobre este asunto, se preguntó por qué una empresa que ha invertido más de 200 millones de euros en una zona deprimida y ha creado 500 puestos de trabajo no puede acceder a subvenciones igual que “miles de empresas en España y en Andalucía” por el hecho de que trabaje allí una hija del presidente andaluz.