BARCELONA, 30 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Generalitat, José Montilla, expuso este miércoles cuáles son sus sentimientos tras el recorte del Estatut por parte del Tribunal Constitucional (TC): “No me siento derrotado, pero sí maltratado”.
“Ojalá que seamos capaces de encontrar el camino para recuperar lo que el pueblo votó”, aseguró Montilla en una de sus intervenciones en la sesión de control al Gobierno catalán en sede parlamentaria. Así, volvía a manifestar que hará todo lo posible para lograr que sigan vigentes por otras vías todos aquellos artículos declarados inconstitucionales por el Alto Tribunal.
Joan Puigcercós (ERC) se mostró partidario de explorar estas vías alternativas que propone Montilla. “Es bueno trabajar para conseguir aquello que se ha perdido”, aunque el republicano indicó que tras el recorte, a los catalanes sólo les queda una posibilidad: la independencia.
Puigcercós indicó que ya en 2006, ERC se inclinó por el 'no' en el referéndum del Estatut al considerar insuficiente un texto aprobado que ahora ha quedado “tocado y demolido”, no sólo por los recortes, sino por las interpretaciones que harán los magistrados de los artículos relativos a lengua, financiación, bilateralidad, infraestructuras y reconocimiento de los símbolos nacionales, entre otros puntos.
Jaume Bosch (ICV-EUiA) indicó que el TC suma a la crisis económica otra de institucional “de consecuencias imprevisibles” que cuestiona el pacto constitucional de 1978, diagnóstico que también apreció el líder de CiU, Artur Mas.
Ante esta situación, Bosch instó a sus socios de PSC y ERC y también a CiU a no aceptar el apoyo del PP en un futuro. También lamentó las declaraciones del presidente de la comisión constitucional del Congreso y ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, al mismo tiempo que consideró que pese al recorte, los populares no logran satisfacer sus objetivos, puesto que el Estatut sigue vigente.
Ante las palabras de Bosch, Montilla lamentó el “ataque feroz” del PP a lo catalán e indicó que él no será presidente con los votos de los populares, una afirmación que, a su juicio, no debería extrañar a nadie.