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Nueva quema de fotos de los Reyes en Cataluña

Unas 300 personas se manifestaron el viernes por la noche en Girona y unas 100 en Molins de Rei (Barcelona) para pedir que se respete la libertad de expresión y, tras leer sendos manifiestos, algunas de ellas han quemado una cincuentena de fotos de los Reyes de España.

En Girona, unos 300 manifestantes se concentraron a en el centro de la ciudad, en la plaza del Vi, para expresar su solidaridad con Jaume Roure, el joven independentista de Banyoles (Girona) a quien se acusa de un delito de injurias a la corona por haber quemado una foto de los Reyes hace una semana, en un acto de protesta contra la visita del rey Juan Carlos.

Después de ser leído un manifiesto, en el que se reclamó que se garantice la libertad de expresión y se critica al Departamento de Interior de la Generalitat que dirige el conseller Joan Saura por haber ordenado la detención de Jaume Roure, algunos de los participantes han quemado una cincuentena de fotocopias de fotos del Rey, mientras el resto de los asistentes aplaudía.

En la manifestación se han gritado consignas contra la Monarquía, como las de “los catalanes no tenemos rey” y “yo también quemo la corona”. También fueron coreados gritos a favor de la independencia de Cataluña.

En el transcurso del acto, los organizadores informaron de que dos jóvenes independentistas que militan en Maulets fueron denunciados en las últimas horas por la policía local de Figueres (Girona) por hacer pintadas en una pared con la frase “yo también quemo al rey”.

La manifestación de Girona tuvo lugar casi al mismo tiempo que otra celebrada en Molins de Rey (Barcelona), donde un centenar de personas se han concentrado en la plaza del ayuntamiento por los mismos motivos que en la marcha gerundense.

En un ambiente festivo, y en medio de una gran cantidad de estelades (banderas independentistas), los manifestantes portaron una pancarta con la inscripción “Quemar una foto del rey es delito. Todos somos delincuentes”.

Tras la lectura de un manifiesto muy similar al de Girona, se pasó a la quema de una fotocopia con la foto del Rey de España, un acto que fue aplaudido por la mayoría de los participantes.