Los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) y la asociación ecuatoriana Fenadee comunicaron durante la mañana de este viernes que finalmente el lema de la manifestación será “Por la paz, la vida, la libertad y contra el terrorismo” y dijeron que tras su modificación ya no hay excusas para participar en el acto y que el PP “tiene su oportunidad de estar con la ciudadanía”.
Sin embargo, el secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, afirmó poco después que el cambio de eslogan era un “paso tardío” que llegaba “demasiado tarde para movilizar a los militantes” y apostó por “aplazar” el acto. El PP hizo oficial esta petición mediante un comunicado en el que solicitaba “formalmente” la desconvocatoria de las manifestaciones de Madrid y Bilbao, alegando que la prioridad ahora es fijar una política encaminada a la derrota de ETA, que es “imprescindible a la hora de saber qué se está respaldando en una manifestación para definir un lema y un manifiesto coherentes”.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, abundó en este argumento al decir en San Sebastián que su partido no secundará las manifestaciones de Madrid y de la capital vizcaína porque “no se sabe qué se pide” en ellas y no tiene claro “qué pretenden” sus promotores. La AVT, por su parte, no aportó ninguna nueva justificación a su anuncio de reafirmarse en la decisión de no acudir a la manifestación pese al cambio de lema, y se limitó a comunicar que se reiteraba en lo dicho el pasado miércoles, cuando se refirió a la marcha de “convocatoria partidista de quienes apoyan la negociación con los asesinos”.
“No hay excusas, ni trabas, ni impedimentos” para los 'populares'
La negativa del PP a secundar estas movilizaciones fue respondida desde el Gobierno por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que dijo que tras el cambio de lemas -en la marcha de Bilbao se incluirá la frase “Exigimos a ETA el final de la violencia”- “no hay excusas, ni trabas, ni impedimentos” para que asista este partido. Fernández de la Vega recordó que el PP y su presidente han asistido a cinco manifestaciones contra el Gobierno y se mostró “segura” de que “finalmente acudirá a una que se convoca en apoyo a las víctimas del atentado de Barajas y contra ETA”.
También el PSOE reaccionó a la petición del PP de que se desconvoquen las movilizaciones llamando a la ciudadanía a participar masivamente en las mismas. Mientras, el líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, aseguró que si el principal partido de la oposición no apoya las manifestaciones es porque quiere “patrimonializar” a las víctimas de ETA.
La manifestación de Madrid, mientras tanto, siguió sumando adhesiones, y este viernes fueron diversas asociaciones y personajes del mundo de la cultura quienes dieron su respaldo a la misma para mostrar su “total repulsa” al atentado de ETA en Barajas. “Somos conscientes de que la paz es obra de todos y de que cualquier esfuerzo que se haga por alcanzarla adquiere fuerza y eficacia con la colaboración de los ciudadanos”, reza el comunicado leído por la actriz Cayetana Guillén-Cuervo en nombre de un centenar de personalidades del mundo del cine, la música, la literatura y todo el espectro de profesionales de la escena.
También los partidos catalanes, de nuevo con la excepción del PP, anunciaron que asistirán a las manifestaciones de Madrid y de Bilbao, aunque Ciutadans-Partido de la Ciudadanía confirmó su presencia sólo en el acto de la capital.
La Comisaría General de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional calculó que el recorrido de la manifestación, que discurrirá entre la plaza de Colón y la Puerta de Alcalá, ocupa una superficie de 229.938 metros cuadrados, por lo que la asistencia máxima que podría darse sería de 919.752 personas. Esta cifra resulta de multiplicar la superficie calculada por cuatro personas, que es el nivel teórico de ocupación máxima de un metro cuadrado y que equivaldría a una manifestación parada y en la que los participantes en ella no tuvieran apenas posibilidad de moverse