El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha clausurado este domingo el XVI Congreso Nacional del partido con una intervención en la que ha dado por superada la situación interna que ha vivido el partido en los últimos tres meses y ha anunciado una etapa de oposición “exigente” a un Gobierno “desconcertado”.
Lo ha hecho ante los compromisarios del Congreso que el sábado avalaron su candidatura y a los que ha garantizado que el partido vigilará que el Gobierno “no vuelva a las andadas” en la lucha contra ETA.
Para el reelegido líder del PP, España necesita a los populares para que la nación “se recupere” y ha prometido una oposición “exigente, vigilante y constructiva” para ayudar a “encontrar el rumbo” a un Gobierno que está “desvariando” y que está “desconcertado”.
“España necesita un Gobierno mucho mejor del que tenemos y una oposición que sepa construir, que denuncie los errores y que sea capaz de plantear alternativas”, ha aseverado.
En clave más interna, tras prometer dedicación al PP, ha afirmado que no va a prescindir “de nadie” porque necesita “a todos”.
Si Rajoy ve superados los momentos vividos en los últimos meses y ante los que ha dicho que los periodistas “habrán disfrutado mucho a lo largo de los últimos tiempos”, su nueva secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha asegurado que el partido sale de Valencia fuerte y unido, y ha instado a sus dirigentes a trabajar en la calle y no en los despachos.
“Nosotros, gracias a Dios, no somos un partido de miembros y miembras, sino que somos un partido de afiliados”, ha añadido en alusión al término utilizado recientemente por la ministra de Igualdad, Bibiana Aído.
En su capítulo de agradecimientos, De Cospedal (a quien el Comité Ejecutivo Nacional ha autorizado hoy a compatibilizar su cargo de “número dos” del PP con el de presidenta del partido en Castilla-La Mancha), ha tenido una mención especial para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Durante la jornada se han sucedido las declaraciones de los dirigentes del PP sobre las interpretaciones que ha provocado la lista del Comité Ejecutivo Nacional del partido por la escasa presencia en ella de representantes de las voces más críticas que ha tenido Rajoy en los últimos meses.
Una de las que se consideran más perjudicadas en la nueva Ejecutiva, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, no ha dudado en lamentar no haber sido “muy escuchada” por Rajoy a la hora de decidir la nueva dirección y en echar de menos “mucha gente importante del partido”.
No lo han visto así dirigentes como Alberto Ruiz Gallardón, Javier Arenas o Federico Trillo, que han coincidido en considerar que Rajoy ha logrado una candidatura de integración.
De quien no se ha sabido su opinión es del presidente de honor del partido, José María Aznar, quien ante las preguntas de los periodistas ha asegurado que vuelve a la situación voluntaria que ha tenido de forma previa al Congreso: “hoy me he vuelto mudo otra vez”, ha dicho.
El presidente del PP de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, ha pedido a los presidentes regionales del partido que se pongan al servicio de Rajoy, y en nombre de UPN -partido asociado al PP en Navarra- su presidente, Miguel Sanz, ha reafirmado ese compromiso y ha elogiado al líder de los populares por haber “culminado con nota lo que bien podía haber terminado en fracaso”.
Entre los invitados se encontraba también el presidente del Partido Popular Europeo, Wilfried Maertens, quien ha explicado que las políticas de “centro reformista” impulsadas por el PP “son imitadas en toda la Unión Europea”, e, incluso, en el grupo “cada vez más reducido” de países gobernados por la izquierda.