Rajoy se vuelve ''rojo''

El candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, ha empezado su campaña “en rojo”. Después de definirse la semana pasada como el candidato de los “currantes” y asegurar en un programa de televisión que él defiende algunos principios del socialismo abandonados por Zapatero, hoy ya ha pedido abiertamente el voto a los socialistas.

Más economía para la primera jornada de la campaña en la que, además de las incursiones del PP en granero ajeno, han destacado las beatíficas influencias del “efecto Solbes” en las filas socialistas.

En Córdoba, primero, y en Ciudad Real, después, Rajoy ha hablado de la “injusticia social” de la propuesta del PSOE sobre los 400 euros y ha asegurado que le pone “de los nervios”.

Ha explicado que a quien gane un millón de euros al año le darán -el PSOE- en junio 400 euros y al que gane 8.000 euros, “si tiene suerte, un abrazo”. “Toma socialismo”.

Por su parte, ha prometido ocuparse de la economía y no “de los planetas” y es que todos los candidatos del PP han seguido hoy insistiendo en la idea de que la economía no va bien e irá a peor si no se va Zapatero.

Sin embargo, los socialistas, que parecían ir un poco a la defensiva con la economía, han tenido hoy un respiro, ya que parecen ser más los que opinan que ayer Pedro Solbes ganó el debate a Manuel Pizarro.

De hecho, cuando el vicepresidente económico se trasladó desde el plató de televisión al mitin con el que el PSOE abría campaña, fue recibido con vítores y Zapatero informó a los presentes: “ha ganado de calle un debate a Pizarro con un solo ojo”, en referencia al problema ocular del vicepresidente desde hace semanas.

¿Pasará el PSOE a la ofensiva? Por el momento, la vicepresidenta primera del Gobierno y candidata socialista al Congreso por Valencia, María Teresa Fernández de la Vega, ha advertido hoy de que “se acabó la soberbia y el morderse la lengua”.

Su jefe desde León, su tierra natal, decía que, mientras el PSOE ha trabajado sin descanso para mejorar España, el PP se ha dedicado toda la legislatura a poner palos en las ruedas con el terrorismo y la “burda mentira” de que se rompe España.

“Lo que se va a romper el 9 de marzo es el PP y no España”, ha dicho hoy un Zapatero que iba “sobrao” y se mostraba convencido de lograr una mayoría amplia.

A quien no le interesó para nada el debate económico fue a Gaspi-Gaspar Llamazares quien lo ha calificado de “anodino, incoloro, inodoro e insípido”.

En su opinión, al PP no le salva de la derrota “ni un milagro, ni la Conferencia Episcopal”, por lo que no hace falta el voto “útil” de la izquierda -al PSOE- sino el voto “libre” -a IU-.

Lamentablemente, casi cada día se registra algún incidente. En esta ocasión un grupo de manifestantes ha insultado e intentado agredir a dos consejeros de la Comunidad de Madrid cuando acompañaban a Esperanza Aguirre en su visita al Hospital de Parla.

Uno de ellos, Juan José Güemes, ha sugerido que el responsable de ese “recibimiento” había sido el alcalde de la localidad y secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez. Parece que eso le va a costar una demanda.

Como las encuestas dicen lo que dicen, CiU ya advierte de que no apoyará a la fuerza política que pierda las elecciones y su candidato, Josep Antoni Duran Lleida, empieza a poner condiciones. La primera una reforma electoral que garantice por ley que gobierne la fuerza más votada.

Joan Ridao, candidato de ERC, acusa a CiU de pecado de “equidistancia” y advierte de que Duran está dispuesto a apoyar a quien sea y de que, a diferencia de su partido, “le importa un bledo la independencia de Cataluña”.

Los nacionalistas vascos, que también pueden resultar decisivos, ponen de momento condiciones más modestas.

Su cabeza de lista por Vizcaya, Josu Erkoreka, ha dicho en su primer mitin de campaña que una de sus prioridades será una modificación legislativa para el control del uso de navajas. ¡Cómo le verán!.