MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, entregará hoy al Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2010, los primeros que ha elaborado como sucesora de Pedro Solbes y que vienen marcados por un recorte del gasto público del 4% y una subida de impuestos equivalente a 11.650 millones de euros, el 1% del PIB.
Será a las 9.00 horas cuando Salgado, acompañada de los secretarios de Estado de Economía, José Manuel Campa, y de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, llegará al número 39 de la Carrera de San Jerónimo para hacer entrega al presidente de la Cámara Baja, José Bono, y al veterano presidente de la Comisión de Presupuestos, Jesús Posada, del ya tradicional lápiz de memoria que contiene el proyecto.
Tras una rueda de prensa para detallar ante los medios las líneas destacadas de estos Presupuestos, Salgado se reunirá con el Grupo Socialista a partir de las 11.30 horas, para explicar a los diputados de su formación el texto legislativo, haciendo especial hincapié en las circunscripciones de cada parlamentario.
SUBIDA DE IMPUESTOS PARA COMBATIR EL DÉFICIT.
Las cuentas del próximo año, las primeras elaboradas por Salgado, llegan a la Cámara Baja marcadas por la lucha contra el déficit público que ha obligado a una subida de impuestos. Así, a partir del 1 de julio, el tipo general del IVA se incrementará en dos puntos, hasta el 18%, mientras que el reducido lo hará en un punto, al 8%.
Además, se eliminará la deducción de los 400 euros, mientras que las rentas de capital se gravarán al 19% (un punto más) en los primeros 6.000 euros y el resto, tributarán al 21%.
Los Presupuestos para 2010 parten de una previsión de déficit del 5,4% para la administración central --tres décimas menor que el estimado anteriormente gracias a la subida de impuestos-- y un recorte del gasto del 3,9%, lo que supone un esfuerzo de contención de gasto “sin precedentes” en todas las partidas no prioritarias, según el Gobierno.
Los ingresos del Estado, después de la cesión a los entes territoriales, alcanzará los 121.626 millones de euros, un 21,2% más que la previsión de liquidación de 2009, mientras que los gastos se situarán en 185.249 millones de euros, un 3,9% menos que en el pasado año. De ellos, un 51,5%, 95.403 millones, se destinarán a gasto social.
Así, el techo de gasto se ha incrementado en 2.810 millones de euros respecto al aprobado en junio por la mayor participación de las administraciones públicas en los ingresos del Estado tras el aumento de impuestos.
COMPARECENCIAS DE OCTUBRE.
El proyecto del Gobierno será detallado por los altos cargos de los distintos ministerios, en comparecencias repartidas por las diferentes comisiones del Congreso, entre los días 6 y 8 de octubre. Como viene siendo habitual en años anteriores, la primera de ellas será la del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el martes 6 a las 12:00 horas.
La siguiente fase, crucial en la tramitación de los Presupuestos, es el debate de totalidad en el Pleno del Congreso, que se celebrará previsiblemente entre el 20 y el 21 de octubre, momento en el que el Ejecutivo se juega la devolución del proyecto.
Si se supera este trámite, el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado de 2010 pasará a debatirse en comisión dos semanas después, entre el 3 y el 5 de noviembre, donde la oposición tendrá la oportunidad de forzar cambios puntuales en el texto del Gobierno mediante enmiendas parciales. El plazo para la presentación de las mismas concluirá dos días después del Debate de Totalidad, el 23 de octubre.
EL TRÁNSITO POR EL SENADO.
Según este calendario, el siguiente paso es la aprobación del dictamen en el Pleno, debate que en principio tendrá lugar entre el 10 y el 12 de noviembre. Si el Gobierno supera la prueba, su proyecto presupuestario será remitido al Senado, donde las mayorías son diferentes.
De ser rechazado en la Cámara Alta, como ya ocurrió en los dos ejercicios anteriores, obligaría de nuevo al Congreso a salvar el texto elaborado por Salgado mediante el respaldo de una mayoría absoluta de la Cámara, para su consiguiente aprobación definitiva. Si no hay veto del Senado, el texto llegará en diciembre al Congreso para la votación definitiva, prevista para el 17 de diciembre.