La ponencia política que José Manuel Soria presentará el próximo 20 de junio en el XVI Congreso del Partido Popular (PP) en Valencia ha recibido un total de 1.162 enmiendas, según el cómputo realizado por el Comité Organizador del congreso. De las tres ponencias que se presentarán a debate, ésta ha sido la más enmendada por los compromisarios, seguida de la de Estatutos (561 enmiendas) que defenderá el líder gallego Alberto Núñez Feijoo y la de Economía (401), que ha redactado el consejero de Economía del Gobierno valenciano, Gerardo Camps.
El plazo para presentar enmiendas se cerró a las 12 de la noche del lunes y durante todo el martes la “fontanería” de Génova 13 se dedicó a enumerar las enmiendas y clasificarlas. A partir de ahora, Soria dispone de un plazo que se agota el próximo 12 de junio para intentar “desactivar” algunas de estas enmiendas, pues suponen más del doble de las que se presentaron en el XV Congreso que tuvo lugar en Madrid.
“Nunca habíamos recibido tantas, esto ha sido una avalancha”, comentaron a CANARIAS AHORA en la sede nacional del PP, lo que a juicio de algunos críticos está evidenciando el fuerte malestar de las bases contra la ponencia política de Soria y el liderazgo de Rajoy. Se da la circunstancia de que entre ellos está el todavía portavoz del partido, Gabriel Elorriaga, que forma parte del comité organizador del Congreso y se ha distanciado de Rajoy al saber que iba a ser sustituido por el valenciano Esteban González Pons.
Según fuentes del PP, ha sido el propio líder, Mariano Rajoy, el que ha encargado a Soria que intente “desactivar” al menos “la mitad” de estas enmiendas a su ponencia, para que el XVI Congreso no se convierta en una “jaula de grillos”. “Debemos negociar, pactar, alcanzar consensos y recuperar diálogos y Soria no sólo puede sino que debe hacerlo”, señala una fuente del comité organizador del congreso del PP.
Según estos medios, Rajoy no esperaba nunca que la ponencia redactada por Soria provocara primero la dimisión de María San Gil y ahora este auténtico aluvión de enmiendas, algunas de destacados dirigentes del partido. “Las ponencias deben tratar de integrar, nunca desunir”, señalan estas fuentes, que sugieren a Soria “negociar con Cascos y Vidal-Quadras”.
Entre los 1.62 textos de corrección que ha recibido la ponencia política se encuentra uno firmado por el ex vicepresidente y ex secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, en el que pide modificar tres apartados en los que se recoge la definición del partido como “de centro, reformista y liberal” porque estima que la redacción que hizo Soria fue “imprecisa e inconexa”. Como alternativa, Francisco Álvarez-Cascos aboga porque el partido se inspire en los principios liberales y en el humanismo cristiano. Cascos estima que los ponentes “no perfeccionan la definición ideológica del PP y por el contrario podrían ser interpretados como restricciones del espacio político en el que se encuentra asentado”.
También hay otro grupo de enmiendas que ha preparado Alejo Vidal-Quadras (Cataluña), Santiago Abascal (País Vasco) y Carlos Delgado (Baleares), pero que apoyan además Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja y Juan Costa, donde se reclama un «no» al pacto con las minorías nacionalistas (PNV, CiU y CC) y proponen en cambio “la oferta permanente de acuerdo a la izquierda (el PSOE y los demás partidos de ámbito nacional) para impulsar una reforma constitucional que frene a un nacionalismo ”en clara deriva secesionista“.
Por contra, un total de 50 enmiendas procedentes de compromisarios del PP vasco se han alineado con Soria y defienden el pacto con los nacionalistas. Una de ellas es la del portavoz en las Juntas Generales de Vizcaya, Carlos Olazábal, que anunció su dimisión por su discrepancia con la posición crítica de María San Gil. Olazábal quiere enmendar la parte de la ponencia que afirma que “la permanente deslealtad al marco autonómico y sus límites han otorgado a los partidos nacionalistas una capacidad de arbitraje y desestabilización del modelo diseñado en nuestra Constitución que no podemos admitir”. Soria admitió en un reciente desayuno en TVE que esta parte del texto de la ponencia se había incluido para contentar a San Gil y se desvinculó de la paternidad del mismo.