MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El último número de la revista 'The Economist' ha incluido un artículo titulado 'La gente del Partido Popular' en la que describe al líder de esta formación, Mariano Rajoy, como un registrador de la propiedad “provincial” y “pesadilla” de asesores de imagen.
El texto, que aparece tanto en la edición digital como en la impresa, se centra en la figura de Rajoy para analizar al candidato que, según esta revista, logrará la victoria en las próximas elecciones a pesar de que “no ganará, sino que serán perdidas (por el PSOE)”, debido a la actual situación económica y el desempleo en España.
El artículo da comienzo con una alusión a que España “pronto será un país para viejos”, ya que pese a que en otros países los gobernantes suelen rondar los 40 años, en España “el próximo será una persona veterana, con el pelo gris y con barba”.
Además de los calificativos antes mencionados dirigidos a Rajoy, también ha definido al líder 'popular' como político “aburrido”, además de “ser famoso por un rasgo típico de los nativos gallegos: dejar a la gente adivinar sus verdaderas intenciones”.
Según la revista, muchos españoles “todavía se quejan” por “lo poco que saben” acerca de los cambios que habrá en España a raíz de la victoria del PP y es por ello que sienten “frustración respecto a los planes” futuros de Rajoy.
Asimismo, el artículo ha analizado la postura dentro del partido, donde asegura que varios miembros --“especialmente” de la derecha-- desearían que fuera “más franco y dinámico”, mientras que otros consideran que será “mejor como presidente que como candidato de la oposición”.
No obstante, 'The Economist' también ha recordado que Rajoy ha logrado abandonar la etiqueta de “partido desagradable” del PP gracias a renunciar a “quejas exageradas” como las que avisaban de que Zapatero estaba “dividiendo” a España o “destruyendo” a la familia. Además, ha asegurado que el candidato 'popular' es “tenaz”.
A modo de conclusión, la revista ha comparado la posible llegada al Gobierno de Rajoy con la primera victoria de José María Aznar, aunque ha alertado de que “ahora no estamos en 1996” y que, “como muchas cosas en torno” a Rajoy, sus decisiones futuras para salir de la crisis “continúan siendo un misterio”.